En la tarea de los educadores, ya sean padres o profesores, se busca la mejora de la persona tanto en su dimensión individual como social, teniendo en cuenta que ambas se complementan. El ámbito más adecuado para adquirir esta formación es la familia, que es la escuela de virtudes individuales y sociales. 

Para el profesor García Hoz la educación personalizada responde al intento de estimular a un sujeto para que vaya perfeccionando su capacidad de dirigir su propia vida o, dicho de otro modo, desarrollar su capacidad de hacer efectiva la libertad personal, participando, con sus características peculiares, en la vida comunitaria.

Pero hay muchas personas que se dejan llevar pasivamente por los acontecimientos y circunstancias y siguiendo su comodidad aceptan modos de vida que les dan hechos. No tienen un proyecto personal de vida, porque no saben o porque no quieren mandar en su vida. 

Unas veces se dejan llevar por una ideología, sin pararse a reflexionar qué hay de verdadero y razonable en sus planteamientos y qué de manipulación. En otras ocasiones, los jóvenes caen en la invitación de un falso amigo o del grupo. Muchos han empezado a tomar drogas, alcohol o tabaco porque los amigos del grupo le han invitado con insistencia. Han cedido porque no habían aprendido a dirigir su propia vida. Por eso es importante fomentar conductas autónomas y llegar a la capacidad de gobierno de sí mismo a autogobierno. Para ello hay que aprender a elegir en cada situación entre las distintas opciones posibles.

Pero ejercer la libertad no es fácil porque el hombre tiene muchas limitaciones, como la ignorancia (no conocer todas las posibilidades), la pereza ( falta de ánimo emprendedor), el egoísmo (no pensar en las necesidades de los demás) y la comodidad (falta de una vida esforzada). En ocasiones le cuesta tomar decisiones ante los problemas porque teme las consecuencias que pueden acarrearle. En la mayoría de los casos tiende a hacer lo que le gusta y apetece en cada momento. Por todo ello la libertad ha de ser educada.

El verdadero educador no es el que se hace imprescindible al educando, sino el que va fomentando conductas autónomas de acuerdo con la edad y la personalidad del chico. Pero lo que educa no es el hacer sino poder hacer el bien, que en definitiva enriquece la persona. Por eso los padres y profesores han de ayudar a los chicos a buscar el sentido de su vida: educar la libertad es enseñar a elegir el bien.

Arturo Ramo García.  
Inspector de Educación jubilado
 www.aplicaciones.info

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