aviramaMarco Anibal Avirama

Alianza Social Independiente ASI

Unidad y solidaridad son valores que rescatamos estos días ante la incertidumbre en que nos dejó el llamado empate técnico entre el SI y el NO en el plebiscito. Y quienes lo ponen en primera línea son justamente los sectores sociales (estudiantes, indígenas, mujeres, jóvenes, entre otros) que llaman a unir esfuerzos y voluntades como ciudadanos del común, en solidaridad con los sectores más afectados por la violencia a la cual se le quiere poner fin, por lo menos en su expresión armada.

   

Como lo señalamos meses atrás, al Pacto por la Paz le faltaban esos socios importantes y decisivos a la hora de decidir, por cuanto la sostenibilidad de la paz en el post-acuerdo está vinculada a la participación activa de los distintos movimientos sociales que representan los intereses y las reivindicaciones de los más pobres, excluidos y vulnerados en sus derechos.  No es el cálculo de los réditos políticos partidistas el que moviliza a la ciudadanía de a pie, sino la íntima convicción de que solo haciendo conciencia del prolongado sufrimiento y las angustias de los otros, podemos superar este estado de cosas inhumanas y degradantes.    

Que se logre un rápido acuerdo político y social que tome el acuerdo ya firmado como la base de cualquier salida, pues no podemos pensar en escenarios donde se deba renegociar todo. Que se presenten propuestas razonables y muy específicas que nos permitan salir de este punto muerto. Que el faro sea pensar en ese otro país con 8 millones de víctimas, que desde los centros urbanos no hemos escuchado ni visto suficientemente. Que las víctimas colectivas ocupen un lugar destacado que muestre que finalmente entendemos los enormes y desproporcionados impactos que han tenido por la violencia armada que llegó a sus territorios, los expulsó de los mismos, asesinó a sus más coherentes líderes, se llevó a sus niños y jóvenes a la fuerza, violentó a sus mujeres, y quiso borrar la memoria de su resistencia a los embates del poder económico, político, social y cultural.

Celebramos que el ELN se suba al tren en momentos que enfilamos nuestras acciones en la solución pronta del conflicto armado. Recibimos con entusiasmo las declaraciones de sus voceros señalando que los avances del acuerdo con las FARC pueden tomarse como punto de partida para esta nueva negociación que conduzca a la terminación de la guerra.

Octubre 12 de 2016

 

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