La visita del presidente Álvaro Uribe al departamento del Cauca, el pasado lunes 2 de agosto, en el marco de un Consejo de Seguridad realizado en la ciudad de Popayán, causo un mal sabor a sus comunidades indígenas, ante la propuesta del mandatario de nombrar "oficiales de enlace del ejercito" para coordinar estrategias de seguridad con las guardias indígenas.

 

Según precisó Uribe, la presencia de estos guardianes (que no portan armas de fuego, sino bastones de madera) no excluye la presencia del Ejército y la Policía nacional.

 

Ante esta situación, la Asociación de Cabildos Indígenas de la zona Norte (ACIN) y el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), conjuntamente manifestaron que la Guardia Indígena es: "una expresión autónoma tradicional y organizativa de los Pueblos Indígenas del Norte del Cauca, compuestas por habitantes de nuestros territorios, interesados en la realización efectiva de nuestros derechos y en trabajar incansablemente por defender la vida con dignidad. No es una estructura policial, todo lo contrario, cada indígena, cada hombre y mujer Nasa, cada mirada y cada voz, son y serán siempre una forma de guardarnos para el futuro, de preservarnos para la vida, de protección de la integridad de nuestro Plan de Vida". 

 

Por su parte, Clímaco Álvarez, representante del CRIC, sostuvo que esa propuesta perjudica a las comunidades indígenas, las cuales han reiterado su rechazo a la presencia de cualquier actor armado en sus territorios. De igual forma, agregó que: “el presidente no puede promover que la población de las comunidades indígenas sirva de cooperante de las Fuerzas Armadas, pues eso afecta la autonomía ancestral de sus pueblos”.

 

Por tales razones, las comunidades y la Guardia Indígena del Cauca manifestaron que:

 

1. Rechazamos de manera contundente la dañina intención de parte del presidente Uribe, de nombrar "oficiales de enlace del ejercito" para coordinar estrategias de seguridad con las guardias indígenas. ( tomado del diario el Tiempo con fecha 03 de Agosto del (2004 ).

 

2. Aclaramos y desmentimos enfáticamente que la guardia indígena en ningún momento se creo, ha estado o puede ejercer como una concepción de cooperación con la "Política de Seguridad Democrática", ni con ningún actor armado, y que no estamos dispuestos a recibir ningún respaldo presidencial bajo estas condiciones.

 

3. Nuestra resistencia desde la concepción Milenaria de Pueblos Indígenas, repudia la guerra mediante la utilización de las armas o a los actores que la  ejercen en contra del propio pueblo.

 

4. No esperamos la Autorización presidencial para decidir quienes nos deben cuidar, son nuestras Autoridades Tradicionales y la comunidad, quienes nos indican el camino a seguir y son esas directrices que la Guardia Indígena acata y desarrolla al interior de nuestros Territorios de igual manera y exigimos el respeto a nuestra libre autodeterminación de pueblos legítimos y milenarios.

 

5. Nuestro proyecto político de Pueblos Indígenas ha sido y es clara en términos de no involucrarnos en el conflicto armado y exigir que no nos involucren en una guerra, que ni es nuestra ni la compartimos, guerra que tiene su origen por la falta de verdaderas y autenticas políticas que garanticen el cumplimiento de todos los derecho fundamentales, económicos y culturales que permitan posibilitar el desarrollo de una vida digna.

 

Finalmente, invitaron a la población colombiana a no dejarlos: "persuadir por los discursos de la guerra, a no permitir reformas de orden constitucional que lo alimenten, por el contrario, es hora de que nos organicemos y levantemos nuestra voz de protesta en defensa de la vida, y ha trabajar con esperanza en construcción del país que soñamos". 

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