Los 500 indígenas que participaban en la Cumbre Ideológica de los Pueblos Indígenas, culminaron anoche el evento, luego de tres dias de intenso trabajo, dando a conocer una declaración en la cual ratifican lo anunciado en un comunicado previo, donde abordan entre muchos otros asuntos, el tema de la Consulta Previa.

En la declaración, promulgada en el Cabildo Menor Indígena de Escobar Arriba, territorio Zenú (Sucre), los indígenas, en  representación de los 102 pueblos existentes en Colombia, ratificaron los  principios fundamentales y visiones eternas, que les ha permitido mantenerse como movimiento, y “hablar a una sola voz, hermanándonos como pueblos originarios conscientes que solo la unidad nos permitirá enfrentar la grave afectación de nuestros derechos individuales y colectivos”.

Preocupa a los indígenas, que además de los múltiples factores de vulneración que profundizan su riesgo de extinción física y cultural, hoy se suma el desconocimiento de acuerdos suscritos por el gobierno como medidas afirmativas que buscaban subsanar la persecución, exclusión y discriminación histórica de las cuales han sido víctimas.

En el pronunciamiento final, los indígenas centran su plataforma de trabajo “en la lucha permanente por la unidad, la defensa del territorio, la preservación de la identidad cultural y el ejercicio pleno de la autonomía, autodeterminación y el autogobierno”.

Sobre el tema de la Consulta Previa, eje central de las deliberaciones de esta Cumbre, se plantea la necesidad de “avanzar en la implementación del derecho al consentimiento previo libre e informado, incluyendo el derecho a la objeción cultural y espiritual de los pueblos indígenas, en los términos establecidos por la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos indígenas”.

Los indígenas se ratifican en “el Buen Vivir como alternativa al modelo actual de desarrollo extractivista y de saqueo de nuestros recursos, porque nuestra propuesta propende por la armonía con la naturaleza, el respeto a la vida en su integridad”.  En ese sentido reclaman su participación en el proceso de negociación que adelantan las FARC y el Gobierno Nacional, como un mecanismo idóneo “para que se reconozca plenamente sus autoridades tradicionales, el derecho fundamental al auto gobierno y a la autodeterminación”.

En consecuencia, la Cumbre decide “NO PROTOCOLIZAR la Consulta Previa del Proyecto de Ley de Tierras y Desarrollo Rural, hasta conocer los  acuerdos que sobre la materia se suscriban en el marco de los diálogos de paz que se desarrollan entre del gobierno y este grupo insurgente”.

La Cumbre decidió asimismo unas prioridades en su agenda de concertación con el gobierno central, haciendo enfasis en temas como el reconocimiento de la Autoridad ambiental Indígena, el Sistema de Educación Indígena Propia (SEIP); el Sistema Integral de Salud de los Pueblos Indígenas (SISPI); la Consolidación de los Resguardos Indígenas, ETIS y territorios indígenas Ancestrales, la Ampliación, reafirmación, constitución y saneamiento de sus territorios, la Adopción de manera concertada de una política pública integral de Estado para los Pueblos Indígenas, que se materialice en un documento CONPES, la Implementación del programa de garantías, los planes de salvaguardas y el Decreto 4633 de 2011 y el Cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo en su capítulo concertado con los pueblos indígenas entre otros aspectos.

Por último, la Cumbre mantener el espacio de la Cumbre como un escenario de articulación periódico de las organizaciones.

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