Por solicitud de mi adorado padre y debido a las restricciones para que el personalmente lo haga, publico esta carta de agradecimiento dirigido a todos y todas las personas que nos acompañaron y apoyaron para que nuevamente pudiera regresar a nuestro territorio. Esta mejor, restableciéndose rápidamente de la tragedia sufrida. Gracias, su hija Flor Denis Valencia.


 "Soplan vientos de guerra en tiempos de paz, quiere decir que el amor por la vida, 

está a punto de florecer"

Por ahora y con el más profundo afecto, van estas cortas pero sinceras palabras de agradecimiento, reconocimiento y compromiso en la causa.

Adorada familia, respetadas autoridades ancestrales, hermanos y hermanas indígenas, estimados compañeros y compañeras de luchas y resistencias, digna guardia indígena, amigos y amigas, comunicadores, bondadosa Madre Tierra, Altísimo Creador y toda la gente que me acompaño, ¡MUCHAS, MILLONES Y MONTAÑAS DE GRACIAS A CADA UNO Y CADA UNA DE USTEDES!

Solo la UNIDAD, el apoyo, la solidaridad y las buenas energías de cada uno y cada una de ustedes hicieron posible que le ganáramos una de las muchas batallas que tendremos que librar con los opresores de aquí en adelante. Acogido nuevamente en el regazo de la Madre Tierra y en condiciones mejores respiro con más tranquilidad, revitalizo mi espíritu y me preparo para continuar el camino.

Ruego ahora con la más férrea convicción de continuar UNIDOS Y UNIDAS, está demostrado que ¡SOLO LA UNIDAD NOS HARA LIBRES! el opresor lo sabe, por eso intenta a toda costa silenciarnos asesinándonos cuando les toca y encerrándonos en los muros y rejas de la ignominia. ¡No podrán, somos más! pero no cejaran en su empeño, hay que estar alertas y ser consecuentes para confrontarlos UNIDOS Y MOVILIZADOS como lo sabemos hacer, como lo hemos hecho y como lo tendremos que seguir haciendo.

Nos asiste una enorme responsabilidad, implica entonces tender puentes para juntarnos, sortear vacíos que generan división, superar paradigmas y construir lo que necesitamos, cuidar lo que tenemos y reconstruir desde los afectos lo que la guerra destruyo. Solo así será posible garantizar que nuestras malocas, tambos, yat walas, o casas grandes resistan las tempestades que se avecinan en tiempos de paz.

¡Seguimos en Minga!

Quiere decir entonces que pronto, muy pronto compañeros, hermanos y hermanas, amigos y amigas, mingueros y mingueras nos volveremos a ver por los caminos de las luchas, las esperanzas, las alegrías y la paz de los pueblos.

CON TODA LA FUERZA DE MI CORAZON - PHAI, PAHI. GRACIAS GRACIAS.

¡ABRAZOS!

FELICIANO VALENCIA Y FAMILIA"

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