“Asegurar el enfoque diferencial para todos los grupos étnicos afrodescendientes, palenqueros raizales, indígenas y ROM las personas LGBTI, con discapacidad y víctimas del conflicto armado.”

“La Administración Distrital promoverá a través de sus políticas, el derecho al trabajo en condiciones de equidad y dignidad con especial atención a las familias de bajos ingresos, mujeres, jóvenes, grupos étnicos; afrodescendientes, palenqueros raizales, indígenas y ROM, las personas LGBTI, las víctimas y personas con discapacidad y en general de los grupos poblacionales discriminados y segregados. Garantizar la articulación e inclusión de la economía popular en la cadena de valor del sistema productivo en los ámbitos local, regional, nacional e internacional, potenciando las vocaciones productivas locales y las zonales.”…

Plan de desarrollo y de obras públicas 2012-2016.

El Concejo Distrital finalmente acogió en su mayoría la propuesta del plan de desarrollo de la actual administración de la ciudad y con ello dio vía libre a la ejecución de los tres ejes estratégicos que constituyen sus ejes estructurantes: lucha contra la segregación. Ordenamiento del territorio alrededor del agua y fortalecimiento de lo público. El plan contiene un marcado enfoque diferencial al referirse a su componente social y a uno de los aspectos más sensibles de la realidad social bogotana: su latente falla estructural, es decir, la violencia social enquistada en su distribución espacial y de oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales.

Esta desigual conformación de la estructura urbana, segregadora en la lógica argumentativa del plan, influye sobre la calidad misma de las relaciones sociales de convivencia y ciudadanas, que a su vez impactan sobre lo primero y lo refuerzan, produciendo nuevas y refinadas formas de la dinámica excluyente y discriminatoria  en los territorios, lugares urbanos, imaginarios sociales, lugares de trabajo, espacios públicos, en la intimidad de las relaciones de género, interraciales, culturales, etc.

Si la segregación muestra así su grado perverso, al integrarse a lo social en todas sus formas, el tratamiento al fenómeno más común de nuestro mundo de inequidades debe poseer por lo menos como característica principal la integralidad en las políticas e instancias de decisión que lo desarrollan.

El plan debe ejecutarse mas allá de la retorica que todos los que lo anteceden incrustaron en su declara cion de principios sobre la cultura de exclusión que se propusieron atacar.  Debe aplicarse bajo el liderazgo de una solida estrategia para alcanzar sus metas y contener muchos espacios  de realización  del trabajo institucional que involucra a las poblaciones afectadas, es decir, las que son objeto de exclusiones permanentes y variadas. La práctica de esta prioridad del Plan debe ser coherente con la naturaleza sensible de dichas poblaciones.

La segregación, que es un componente central del enfoque político, económico y social del Plan aprobado en la última semana de Mayo, es un obstáculo estructural  para  el desarrollo democrático y la convivencia, pero está también profundamente ligada a todas las formas de exclusión y violencia cotidiana que harían inviable cualquier esfuerzo por construir la paz en el país.

El plan le apuesta a un objetivo nacional que es la paz, desde su particular lenguaje y contexto. Falta ver si desde los hechos y las políticas, y no solo desde los ademanes retóricos que contribuyen a lograrlo.

Cabe recordar que los últimos tres planes de la “Bogotá sin indiferencia”, “La positiva” y “La humana” han contenido de una u otra forma alusiones concretas a la construcción de cultura de paz, dessegregación e inclusión, reconciliación, tolerancia y cultura de la resistencia pacífica, sin muchos resultados en concreto.

En materia de Paz, Bogotá no tiene el manejo pleno de la llave que abrirá esa puerta tan ensangrentada y golpeada. Pero la voluntad política de movilizarse para lograr entreabrirla, aunque sea un poco, sí está formulada en sus últimos planes de gobierno. ¿Qué hará el actual al respecto, siendo Petro hijo político de un proceso de dejación de armas?. Por lo pronto, la paz está en algunas líneas de su plan de gobierno, al igual que la necesidad e intención de empezar por  hacer retroceder formas de segregación que generan densos focos de conflictividad.

La Segregación aflora en embriones de conflictividad interétnica en la ciudad.

Al respecto, es sabido que la metrópoli Bogotana ya alberga, aunque en un número menor que en otras metrópolis, formas todavía muy localizadas de conflictos interétnicos que aún no son visibilizados todavía como un riesgo para la paz y la convivencia en la ciudad.

De acuerdo con el director de Asuntos étnicos de la Secretaría de Gobierno focos de estos conflictos existen principalmente en seis localidades de la ciudad y tienen por característica el hecho de involucrar actores vecinos del territorio, como son miembros de juntas de acción comunal y núcleos crecientes de la población afrodescendienbte en esas zonas: Suba, San Cristóbal, Ciudad Bolivar, Kennedy, Bosa, rafael Uribe contienen muestras palpables de dicha conflictividad todavía no suficientemente estudiada. Generalmente las confrontaciones involucran a territorios y sectores poblacionales,  de por si segregados, como en el preocupante caso de la frontera entre Ciudada Bolivar y la parte suroriental de Soacha, en donde se desarrolla actualmente uno del conflictos mas graves de este tenor, el cual involucra a los pobladores de un bando mestizo, tan pobre o mas que los desplazados afrodescendientes del lado contrario.

Hay mas que un problema de vecindad incómoda entre pobladores de un lado o de otro. Es el drama de la discriminación que conduce a reproducir estas formas de excluir al otro en lugar de aliarse  con él para salir del drama común.

El caso de Soacha y  Cazuka, en donde se dan ingredientes de desplazamiento intraurbano recientes por amenaza contra los núcleos de población afrodescendiente, allí asentados, muestra altos grados de la intolerancia que victimiza, de manera especial y grave,  a quienes para salvar sus vidas han huido repetidamente de sus anteriores refugios y terrenos, desde los cuales se les ha expulsado originariamente.

Los imaginarios de la expulsión, desterritorialización y segregación de las victimas es un drama vigente en sectores de la capital y vecindades de la región capital, a una escala media o baja, pero en progresión preocupante.

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar