Hoy, que se sientan a negociar con el gobierno norteamericano un Tratado Bilateral de Libre Comercio queremos hacerles llegar nuestros pensamientos, sobre las consecuencias que traería para nuestros pueblos una  negociación que toca muchos aspectos sensibles para los indígenas, pues lo que esta en juego no es asunto de poca monta, tiene que ver con nuestras leyes de origen, con nuestras autoridades, con nuestros territorios y con nuestros conocimientos. 

 

Parte de los temas que van a tratar tienen que ver con los principios de nuestra lucha y las bases de nuestra pervivencia: el territorio, la autonomía y la cultura. Esperamos que tengan la paciencia para leernos y la mente abierta para entendernos ya que queremos romper con la idea de que no queremos el progreso del país o algo parecido.

 

Entendemos que toda negociación comercial tiene como propósito crear un ambiente estable y previsible para proteger a los inversionistas y por ello nos preocupa en donde quedan nuestros derechos sobre nuestros recursos naturales, territorios y propiedad intelectual?.  Sabemos por nuestros hermanos de Canadá y México, que las grandes empresas se han amparado en ello para burlar la autonomía de los pueblos indígenas. 

 

En nuestro caso es claro que ninguna autoridad indígena podrá legislar sobre materias ambientales, penales, territoriales, de recursos, entre otros  porque la prelación la tendrán las multinacionales y gobiernos extranjeros poderosos. ¿Se imaginan señores negociadores un tribunal de arbitramento del TLC,  decidiendo sobre los U’WA, porque las determinaciones ambientales basadas en su cosmovisión obstaculizo su negocio? ¿En que quedarían los fallos de la Corte Constitucional, como el de Urrá, que obliga a la empresa a negociar con el pueblo Embera Katío?. 

 

Consideramos que en esta negociación el gobierno debe incluir una cláusula donde las disputas ambientales o laborales no sean excluidas, pues con ellas podríamos salvaguarda los derechos del pueblo colombiano. 

 

Como dentro de estos tratados se ha exigido que ningún Estado podrá expropiar. y define como “expropiación” no solo quitar un bien directamente para un beneficio general sino afectar un “posible negocio” o una “posible ganancia”. Exigimos al gobierno nacional hacer respetar nuestra jurisdicción especial.

 

Quizá uno de los temas más sensibles para los pueblos indígenas es el de la protección de los derechos de propiedad intelectual y de los territorios y en este tema somos enfáticos en señalar que no cederemos en nada que afecte nuestros derechos territoriales e intelectuales. 

 

Todo ello quiere decir, señores representantes del gobierno que se debe negociar con dignidad, con la cabeza en alto, pensando en la gente y no en los negocios, sin prisa. De lo contrario entenderíamos que sus posiciones están de acuerdo con aquellos que quieren imponer una política de exterminio físico, conculcación de derechos y expropiación de nuestros territorios.

 

Como Pueblos Indígenas  exigimos que:

 

  • La base del relacionamiento y negociación sea el respeto a la diversidad, territorio, gobierno, autoridades y autonomía de los pueblos indígenas. 
  • Se respete y mantenga la legislación que ampara a nuestros pueblos en sus derechos territoriales, políticos y culturales. 
  • Que la consulta y concertación sea la manera de interlocución con los Pueblos Indígenas.  
  • Que el conocimiento y ciencia de nuestros pueblos  siga siendo un bien propio de los Pueblos Indígenas. En caso de ser socializado esta debe ser una decisión que sea tomada por las autoridades tradicionales y organizaciones indígenas haciendo pleno uso de autonomía sin presión de ningún tipo, pero igualmente que este conocimiento  sirva para el bien común sin beneficiar intereses privados.  
  • Que estas negociaciones beneficien al conjunto del pueblo colombiano sin comprometer su soberanía y bienestar. Es decir que, más que beneficiar legislativamente a los intereses privados nacionales y extranjeros,  sean ello los que deban redistribuir sus ganancias  con el  pueblos colombiano.
  • Que cualquier intervención  comercial  en territorio colombiano  se haga sin afectación alguna a nuestro entorno  ambiental, social y económico.   

Por nuestra parte las organizaciones indígenas firmantes  vamos a convocar a todos las organizaciones, autoridades y pueblos indígenas, para que nos mantengamos alerta en defensa de nuestros intereses y de la soberanía nacional. De lo contrario no será posible impedir el etnocidio  a que nos tienen sentenciados los amos del capital.

 

Ahora más que nunca, nuestra idea de Resistencia toma más valor. Resistir es construir gobiernos propios y comunitarios. Resistir es aplicar la justicia nuestra, abierta y transparente. Resistir es defender los territorios y los recursos naturales. Resistir es vivir como pueblos.

 

SOMOS PUEBLOS DE LA TIERRA

SOMOS PUEBLOS DE VIDA

SOMOS PUEBLOS EN RESISTENCIA 

La autonomía es un principio esencial de los Pueblos Indígenas. Significa nuestra libre determinación y capacidad, para administrar nuestra vida cotidiana y territorios. El TLC está diseñado para acabar este principio fundamental de nuestros pueblos
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