Por Ciro Pineda Ariza*

Especial para Actualidad Ëtnica

Desde los tiempos ancestrales de los pueblos Embera y Katio, los lugares escogidos, para el asentamiento, construcción de viviendas y el establecimiento de cultivos de pan coger, se privilegiaban a aquellos en donde se había observado abundancia de presas de cacería y pesca. El sitio escogido debía estar cerca de terrenos no inundables y con buena tierra para poder establecer los cultivos de maíz, que no quedara alejado de la vivienda para poder realizar las labores de desyerbe y cuidarlo de los ataques de animales como los pájaros, el guatín, guagua, tatabro y otros que se roban y se comen las cosechas, como también que facilitara el transporte en tiempos de recolección.

Era necesario tener en cuenta que  el sitio escogido para construir la casa, presentara facilidades para tener acceso al agua, para la preparación de los alimentos, el lavado de ropas y  la higiene personal. El lugar de construcción, debía tener en cuenta que el rio quedara cerca y con el sitio apropiado para  hacer un puerto, que permitiera proteger las embarcaciones de las crecientes de los ríos y con buen acceso para poder cargar el maíz, el plátano, el banano y demás productos de la dieta alimentaria. Además se observaba que el lugar tuviese preferiblemente en sus alrededores un suelo plano, no anegadizo, que en las grandes crecientes del rio no presentara riesgos para  la casa y pusiera en peligro la integridad de la familia.

Otro aspecto a tener en cuenta es que el sitio escogido para la construcción de la vivienda debe quedar alejado del lugar en el rio o del monte en donde haya fieras o animales monstruosos que pongan en peligro la integridad de la familia. Estos sitios son llamados /nussi/ cuando son en el rio y /uangano/ o /uará/ cuando quedan en el monte o en el bosque. De todas maneras siempre es necesario e indispensable que el Jaibaná /Dau bara/, conocido como médico de espíritus o que tiene ojo visionario haga la limpieza de los malos espíritus o /Jai Kachirua/ (sanear el lugar) y expulse a los malos espíritus para poder dejar habitable el lugar.

El lugar para construir la vivienda /Dearade/ y para el establecimiento de los cultivos se va determinando cuando los Embera caminan por el bosque o navegan por sus ríos, cuando salen en sus jornadas de cacería, pesca, recolección de frutas, semillas, plantas curativas o colectando materiales para la elaboración de embarcaciones, canaletes, canastos o instrumentos de cocina, en estos recorridos se va haciendo el reconocimiento de su territorio.

El ordenamiento territorial Embera en el Choco ha sido influido por diversos tipos de acontecimientos, entre ellos la historia oral señala los enfrentamientos que se sostuvieron en el pasado contra los Jura, los Bibidicomia y otros en donde al final triunfantes los Embera se apropiaron de los territorios del Atrato, Andagueda, Bojayá, Salaquí, Truandó, Murindó, Baudó y de La Costa Pacífica del Chocó. En otros eventos también narrados por la tradición oral cuentan de alianzas entre los Embera, Katios y Tules para enfrentar a los invasores españoles. En épocas más recientes los Embera para alejarse de la influencia de las personas no indígenas decidieron establecerse y construir sus viviendas en lugares alejados de los centros urbanos y se fueron a las cabeceras  de los ríos.

A pesar de que los Embera quisieron alejarse de la influencia de la colonización, de la evangelización y de la invasión de sus territorios, una nueva oleada colonizadora los persigue ahora con los megaproyectos mineros, con la agroindustria de los cultivos ilegales de palma aceitera, narcocultivos, canal interoceánico, carretera panamericana, violencia estatal, paramilitar y guerrillera que los quiere expulsar de sus territorios y así de esta manera han perdido territorios como Campo Bello y Chimirrindó en el Bajo Atrato,

Los TLCs, la apertura económica y la globalización, persiguen a los Embera en todas sus formas buscando como desequilibrar su cultura, su economía y territorialidad. Las familias Embera son  seminómades dentro de su mismo territorio, caminan en busca de los lugares apropiados en donde establecer sus cultivos, viviendas y en donde haya facilidad para la pesca y la cacería que garanticen la alimentación de sus familias y cuando en ese lugar se agota la pesca y la cacería, se cansan los suelos y producen pobres cosechas abandonan el lugar y se van en busca de otro sitio que les brinde mayores oportunidades.

Ante la colonización e invasión de sus territorios ancestrales y como una forma de defender su territorialidad desde los años 70 del siglo pasado los Embera empezaron a congregarse en pequeños caseríos o poblados en donde pudieran juntarse y hacer reuniones rápidas para hablar sobre el riesgo ante colonos madereros o mineros que querían adueñarse y saquear sus recursos naturales y así poder tomar decisiones también rápidas para evitar este tipo de problemas, así mismo el hecho de vivir en pequeños poblados, creyeron ellos les iba a permitir tener acceso a atención por parte del Estado.

Ello les ha facilitado en parte la defensa del territorio y la titulación legal bajo la figura de Resguardos Indígenas, pero la atención en salud, educación y apoyo a sus proyectos productivos sigue siendo mínima, aumenta el desplazamiento la violencia, la mortalidad hasta el extremo que en los últimos 10 años se esté presentando una alarmante caso de suicidio de jóvenes Embera, Katio y Wounaan sin que el gobierno haya tomado acciones para prevenirlo. Al contrario La Corte Constitucional expidió una sentencia declarando que Emberas, Katios, Chamis, Wounaan y Tules son pueblos en vías de extinción y de esta manera el Estado se lava las manos sacándole el cuerpo a su responsabilidad y obligación de salvar la vida de los pueblos indígenas.

Finalmente mostraré como la globalización trasforma y modifica a favor del mercado mundial el ordenamiento territorial indígena en el Chocó, por ejemplo con la construcción de escuelas para las comunidades pero sin el nombramiento de los maestros como sucedió a la Comunidad de Chag Pien en el medio rio San Juan, en donde la Comunidad decidió abandonar el caserío y trasladarse a otro lugar y allí quedó abandonado la construcción llamada escuela, que nunca funcionó. Mataré y la Lerma dos Comunidades Wounaan del medio rio San Juan decidieron unirse y formar una sola comunidad llamada Unión Wounaan con el objeto de construir una sola escuela que al futuro pudiese convertirse en colegio, los jóvenes aplaudieron y aprobaron la propuesta porque ahora el número de futbolistas les permitiría conformar más de 2 equipos y así poder jugar todos los días.

La pasión por meter la pelota, penetrar la valla contraria, el orgasmo del gol, la alegría y la euforia del futbol, también ha llegado al ordenamiento territorial indígena del Chocó. En el año 1991 los jóvenes futbolistas Embera del Alto rio Bojayá de la Comunidad de Unión Chocó, con el propósito de jugar el futbol y en razón a que ellos eran poco numerosos y no lograban completar jugadores para dos oncenos, decidieron cambiar de asentamiento y se trasladaron más abajo del rio para fusionarse con la comunidad de Chanú, desde entonces todas las tardes se vive la emoción del futbol, del gol y por eso Chana tiene uno de los mejores equipos de futbol en la zona que ha ganado varios de los campeonatos que se disputan entre indígenas del municipio, en donde participan más de 10 comunidades como Pogue, Charco Gallo, Hoja Blanca, Unión Baquiaza, Mojaudó, Unión Cuiti, Egorokera entre otras.

Esto también ha sucedido en otras comunidades Embera del alto rio Atrato de los municipios del Carmen y Quibdó, quienes hace 50 años atrás ocupaban las cabeceras de los ríos afluentes del Atrato como Tutunendo, Motordó, Ichó, Rio Playa y en los últimos 25 años se trasladaron y construyeron sus viviendas y caseríos a orillas no de rio pero si de la carretera Quibdó-Medellín como la comunidad del 21, El 18, El 20, El 90, la Guachosa y otras.

Se generalizó y masificó la tecnología de las telecomunicaciones con el uso del CELUMOVIL y con ello también se contribuyó a modificar la cultura ancestral de la escogencia del sitio para construir la vivienda y la creación de los pequeños caseríos.

Comcel entró a competir la territorialidad con indígenas y afros, tanto que en 1997 en las bocas del rio Bojayá, en la margen izquierda del Atrato instaló una gigantesca valla que decía “Este es territorio COMCEL” En el año 2009 la empresa de telefonía móvil a través de celular llamada MOVISTAR hizo que la comunidad Katio del Resguardo Tahami del Alto Andágueda en el municipio de Bagadó conocida como Alto Andiadó se trasladara del sitio en donde estaba que era a orillas del rio Andiadó al sitio en donde hoy se encuentra y que queda en una loma en donde corre mucha brisa, no se consigue agua cerca pero si entra la señal de Movistar. “Estábamos a orillas del rio con buena agua para bañarnos y preparar los alimentos pero por buscar la señal nos vimos obligados a quitar los techos, desbaratar las casas y pasarnos ahora a donde entra Movistar” dijo Evelio Cheche Vitucay uno de los líderes y promotores del cambio de lugar de asentamiento. El uso del celular también ha obligado a que los indígenas compren planta o motor a gasolina para generar energía para estar cargando las baterías de los celumovil.

Otra comunidad del Alto Andágueda que también decidió cambiar de su sitio de asentamiento fue Ocotumbo, quedaba a orillas del rio Andágueda y se trasladó a una loma en donde entra la señal de la telefonía celular de MOVISTAR. Tenía cerca el agua del rio para la preparación de los alimentaos, para el baño y el aseo personal y a donde actualmente se han pasado tienen agua no muy cerca en un pequeño nacimiento y en verano sufren porque no hay agua suficiente. En esta loma entra la señal de MOVISTAR pero también entra o penetra la fuerte brisa que en las noches hace que baje la temperatura y el frio afecte a las personas con la IRA: infección respiratoria aguda.

La escuela, el futbol y el celular contribuyen cada cual a su manera al avance organizativo, la capacitación, la defensa del territorio, el futbol para alejar a los jóvenes de la influencia de los grupos paramilitares o de guerrilla que se los quieren llevar forzosamente a sus filas, el celular para denunciar atropellos de los grupos ilegales, de la fuerza pública , emergencias en salud o de desastres naturales que nunca son atendidas o de la invasión a sus territorios por mineros o madereros pero el reto de la resistencia cultural y territorial de los pueblos indígenas del Choco continuara ante los avances de la globalización el TLC, la locomotora minera y los megaproyectos.

*Antropólogo.

Nota: Los nombres que aparecen entre / / son en escritura de la lengua Embera.