Un total de 5.784 familias afrocolombianas del municipio de Tumaco, departamento de Nariño, suroccidente colombiano, se beneficiarán de las 318.162 hectáreas en tÃtulos colectivos que el gobierno nacional, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, entregó, conforme a lo estipulado en la Ley 70 de 1993.
Con la entrega de estos tÃtulos colectivos a familias vulnerables y de escasos recursos, se espera la reconstrucción del tejido social mediante el desarrollo de proyectos productivos. Son terrenos baldÃos que tras un estudio realizado por el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER) serán destinados a cultivos de palma de aceite y de chontaduro. La polÃtica de titulación colectiva de tierras para las comunidades afrodescendientes es ejecuta por el Incoder, basado en la Ley 70 de 1993. Sin embargo, para las organizaciones afrocolombianas esta ley, aunque reconoce los derechos polÃticos, económicos, sociales, culturales y territoriales de su pueblo, no ha operado de manera coherente “y esos derechos aún continúan en el papel†La población afro representa aproximadamente el 26% del total nacional. Después de Brasil, Colombia es el PaÃs de América Latina con mayor número de población negra. El 82% presenta necesidades básicas insatisfechas. El 74% recibe menos del salario mÃnimo legal. El ingreso per-cápita de la población negra corresponde a US $ 500 (la tercera parte del promedio nacional). De cada 1.000 niños negros que nacen 151 mueren antes de cumplir un año, El promedio nacional es de 39. El analfabetismo de la población negra es tres veces más alto que para el resto de Colombianos. De cada 100 jóvenes afro colombianos, solo dos reciben educación superior. Las zonas tradicionales de asentamiento de las comunidades negras en nuestro paÃs están siendo afectadas por la dinámica que ha tomado el conflicto armado. Muchas de estas comunidades han generado mecanismos de resistencia al embate de los actores armados, basadas en su fortaleza organizativa y en el arraigo cultural centrado en su territorio. Sin embargo, los eventos de desplazamiento masivo y la llegada de familias afrocolombianas a distintas ciudades del territorio nacional señalan la necesidad de entender y fortalecer las estrategias de resistencia de estas comunidades y de llevar a cabo labores de atención acordes con sus caracterÃsticas y especificidades.