Durante la V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), realizada la semana pasada en Cancún (México) los pueblos indígenas del mundo manifestaron, en una Declaración Internacional, su preocupación por el constante y creciente deterioro económico, social y cultural que vienen sufriendo, ante las políticas de ajuste económico impuestas por esta organización, por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los gobiernos de América Latina, África y Asia, entre otros.
Los pueblos indígenas consideran que, con las imposiciones económicas del la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, han minado las economías de las etnias, teniendo resultado tan nefastos como la inseguridad alimentaria, el aumento de la pobreza y la pérdida de tierra, cultura e identidad.
“Con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y con la continuada imposición de las políticas de ajuste estructural del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, nuestra situación, como Pueblos Indígenas, ha ido de mal en peor. Las corporaciones reciben más derechos y privilegios a expensas de nuestros derechos. Nuestro derecho a la autodeterminación, que consiste en determinar libremente nuestro estatus político y buscar nuestro propio desarrollo económico, social y cultural y el ejercicio de nuestros derechos sobre nuestros territorios y recursos, sobre nuestros conocimientos indígenas, culturas e identidades, son flagrantemente violados”.
En la Declaración Internacional, los pueblos indígenas dan cuenta de una serie de impactos negativos de los Acuerdos de la OMC sobre estas culturas, como los siguientes:
- Pérdida de los medios de vida de cientos de miles de campesinos indígenas productores de maíz en México, a causa del dumping de maíz artificialmente barato y muy subsidiado, procedente de EEUU, y de decenas de miles de productores de vegetales en la región de la Cordillera de Filipinas, debido al dumping de vegetales.
- El mayor empobrecimiento de los granjeros indígenas y tribales de las montañas que producen café en Guatemala, México, Colombia, Vietnam, etc. debido a la caída de los precios internacionales del café.
- Los crecientes conflictos entre las corporaciones mineras, de gas y petroleras y los Pueblos Indígenas en Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, India, Ecuador, Guyana, Venezuela, Colombia, Nigeria, Chad-Camerún, EEUU, Rusia o Venezuela, entre otros países, y la militarización y devastación ambiental en estas comunidades debido a las operaciones de estas industrias extractivas.
- El aumento significativo de la militarización de las tierras y territorios de los Pueblos Indígenas, y los muchos casos de asesinatos, arrestos y detenciones arbitrarias de dirigentes y activistas indígenas y de personas que los apoyan, al igual que la criminalización de la resistencia de los Pueblos Indígenas.
- El aumento al apoyo para desarrollo de infraestructuras, particularmente de grandes presas hidroeléctricas, conducciones de petróleo y gas y carreteras en los territorios de los Pueblos Indígenas para apoyar las operaciones de las industrias extractivas, corporaciones madereras y zonas de procesamiento de exportaciones.
- La patente de plantas medicinales y semillas cultivadas y usadas por los Pueblos Indígenas, como la quinoa, ayahuasca, fríjol amarillo mexicano, maca, sangre de drago, hoodia, tejo, etc. Esta biopiratería y las patentes de seres vivos se ven facilitadas por el Acuerdo TRIPS.
- La privatización de los servicios públicos básicos, como el agua y la energía, que en muchos países ha provocado huelgas generales y protestas como las lideradas por los Pueblos Indígenas en Bolivia.
Por estas razones, y otras más, los pueblos indígenas presentes en la Quinta Conferencia de la OMC, consideran que esta situación mundial ha minado las economías de autosuficientes de estos pueblos y ha tenido como resultado la inseguridad alimentaria, el aumento de la pobreza y la pérdida de tierra, cultura e identidad.
De igual forma, en la Declaración Internacional, los pueblos indígenas le exigen a los gobiernos de mundo que:
1. Reconozcan y protejan nuestros derechos territoriales y sobre nuestros recursos y nuestro derecho a la autodeterminación. El marco legal de los derechos humanos debería ser la base del desarrollo del comercio y las inversiones y de las políticas y programas contra la pobreza.
2. Detener las patentes de seres vivos y otros derechos de propiedad intelectual sobre recursos biológicos y conocimiento indígena. Asegurarse de que nosotros, los Pueblos Indígenas, conservamos nuestros derechos a tener control sobre nuestras semillas, plantas medicinales y conocimiento indígena.
3. Asegurar el derecho fundamental de los pueblos Indígenas a la salud. El derecho de los países a tomar medidas para proteger la salud pública y promover el acceso a las medicinas, debe tener prioridad sobre sus obligaciones de protección de los derechos de propiedad intelectual de las corporaciones. La protección de patentes, solicitada por las corporaciones farmacéuticas y biotecnológicas, debe limitarse para proteger la salud pública y la seguridad y para asegurar la producción y fácil acceso a medicinas esenciales baratas.
4. Prevenir la expansión del Acuerdo General de Comercialización de Servicios (GATS, sigla en ingles) y reforma del acuerdo existente para frenar la privatización y liberalización de la salud, la educación, el agua, la energía y los servicios ambientales.
5. Parar las negociaciones sobre agricultura que llevan al aumento de la liberalización de la importación de los productos agrícolas. Terminar drásticamente con los subsidios internos y a la exportación dados por los EEUU y la UE a sus corporaciones agroalimentarias y agricultores ricos. Acabar con la militarización de las comunidades de los Pueblos Indígenas y parar la criminalización de las acciones de protesta y resistencia de los Pueblos Indígenas contra las industrias, programas y proyectos destructivos.
6. Apoyar y reforzar los sistemas de comercio sostenible que han existido durante siglos entre los Pueblos Indígenas de las Américas.
Finalmente, los Pueblos Indígenas instaron a los congresistas y a los Jefes de Estado presentes en la Conferencia, a representar no solo los intereses comerciales, sino a toda la población de sus Estados, incluidos las comunidades ancestrales de todo el mundo. “Nuestros derechos no pueden ser ignorados, ni su cumplimiento puede verse disminuido o comprometido por los acuerdos y regímenes comerciales. Nosotros como Pueblos Indígenas tenemos el derecho de participar como pueblos y actores en nuestro propio desarrollo, coherente con nuestra propia visión y tradición. Nuestra supervivencia como pueblos depende de ello”, ratificaron enfáticamente.