Exponiendo de manera detallada cada uno de los impactos negativos que al interior de las comunidades y de los ecosistemas provocan los megaproyectos, representantes de los pueblos indígenas del continente conminaron a las transnacionales a suspender la explotación de los recursos naturales mientras no utilicen tecnología que proteja el medio ambiente, preserve los ecosistemas y evite la migración de las comunidades.
La petición fue lanzada en el marco de la 3° sesión anual del Foro Permanente para Asuntos Indígenas de la ONU, que culmina el viernes en la ciudad de Nueva York. Los argumentos expuestos por los representantes indígenas fueron tan contundentes que provocaron indignación, destacándose el caso de los Mapuches en Argentina y la comunidad Kichwa de Sarayacu en la región amazónica de Pastaza, Ecuador.
Dentro de los argumentos presentados por los representantes indígenas también hubo reclamos a los gobiernos por su complacencia frente a la explotación de los recursos naturales, con acciones que vulneran los derechos de los grupos étnicos.
Al respecto, los indígenas dejaron claro como en las comunidades donde se han adelantado o se adelantan megaproyectos no se tuvieron en cuenta elementos básicos como el de la consulta previa, establecida por el Convenio 169 de la OIT y ratificado por los Estados.
También se señalaron como las transnacionales adoptan prácticas que transgreden a las comunidades y provocan verdaderos estragos en las estructuras organizativas. Sobre el particular, el caso más dramática fue presentado por Elvis Toala, representante de la comunidad Kichwa de Sarayacu, quien explicó los problemas que están teniendo con la Compañía General de Combustibles (CGC) de Argentina, filial de la transnacional petrolera Chevron – Texaco. El indígena manifestó como la compañía "negocia directamente con las comunidades a las que dan dinero, unos 60.000 dólares, para que acepten las actividades petroleras. Esto provoca división entre nuestros pueblos y organizaciones", destacó el dirigente a la agencia EFE.
