3. Elementos para reconocer los avances y los retrocesos hasta hoy.
Los procesos y la participación sociales de que se ha venido hablando, han avanzado, y también han sufrido retrocesos en algunos casos. De modo general podría decirse que el objetivo inicial de transformar las formas del conflicto tradicional entre parques y pueblos y organizaciones indígenas, ha comenzado a concretarse, bajo el impulso de algunos de los procesos locales de mutua colaboración, y los convenios que los han formalizado y, por qué no decirlo, cualificado e institucionalizado en su sentido público, proyectándolos como precedentes que indican un camino a seguir, según podrá apreciarse en los cuadros descriptivos de los convenios e instrumentos de avance de la política, que se incluyen más adelante.
Sin embargo, hay que decir que en la actualidad del país, se trata al mismo tiempo de promesas enormes, y de pírricas victorias si se miran los problemas para la conservación y protección de la diversidad cultural que se han acrecentado o creado con los desarrollos del conflicto armado interno, su degradación, la extensión de los cultivos ilícitos, y los reordenamientos territoriales regionales que avanzan al tenor de todas esas dimensiones entrelazadas de nuestros conflictos nacionales. En muchos de los casos aquí reseñados, los pueblos indígenas afrontan una desigual lucha de resistencia social y cultural frente a la degradación del conflicto armado interno, o a la violencia selectiva que busca despojarlos de sus territorios y/o sustituir o liquidar a sus autoridades, líderes y organizaciones propias[1].
Sin embargo, los pueblos y organizaciones indígenas con los cuales se está trabajando han venido reconociendo estos nuevos retos, y relegitimando relaciones antaño descalificadas por sus estrategias territoriales, tales como las que se insinúan o se consolidan con los parques nacionales, según el caso, y según las propias dificultades y circunstancias organizativas y sociales que a su vez pretendieron transformar; además de los avances en la participación ciudadana de sus representantes y dirigentes, tales como la titularidad de la gobernación departamental del Cauca, de varias alcaldía municipales en varias regiones del país, los escaños parlamentarios de que disponen varios de sus líderes.
En términos de elementos concretos de los avances logrados hasta la fecha en la participación de pueblos indígenas en la conservación, como resultados se pueden considerar los convenios, acuerdos y planes de trabajo concertados (cfr. Siguientes acápites de este ensayo), la caracterización ambiental y los trámites en curso para la constitución del resguardo ingano de la parte alta del río Fragua, las zonificaciones ecológicas de los resguardos del Matavén, el inicio del proceso de socialización de los lineamientos interculturales para el manejo de la Sierra Nevada de Santa Marta, el proceso de ordenamiento de varias fincas comunitarias páez en los resguardos de la parte alta de la cuenca del río Palo, la concertación con la ACIN para el inicio de la formulación conjunta del plan ambiental del norte del Cauca, el inicio de construcción del régimen intercultural de manejo del parque Cahuinarí (territorio Miraña), y las bases del plan de vida barí –formuladas desde mediados del año 2000 con el concurso del equipo del parque Catatumbo barí-, entre otros[2].
* El documento fue elaborado en el año 2001.
[1] Alcanzando niveles tan dramáticos como los que afectan al pueblo Embera, que en menos de dos años ha visto caer o desaparecer a más de 60 líderes comunitarios. Sobre este ejemplo y otros, ver los informes anuales de derechos humanos, las publicaciones y denuncias de la ONIC, y las publicaciones de la Vice-Presidencia de la República, tituladas Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, especialmente la serie “Panorama actual de...” (Sierra Nevada, Paramillo, Putumayo, Vejo Caldas, entre otras).
[2] Ver los libros de memorias de las reuniones de jefes de parques realizadas en Villeta, diciembre de 2000, y Girardot, diciembre del 2001, titulados, respectivamente, Uaespnn, Parques con la gente. Política de participación social en la conservación. Avances 1998-2000. Bogotá, Uaespnn, 2002; y Uaespnn, Parques con la gente. Política de participación social en la conservación. Avances 2000-2001, en los cuales se documentan estos procesos en la mayoría de los casos citados aquí, y otros.