Una voz de alerta elevó la Organización Regional Indígena Emberá Waunaan (Orewa), ante la avanzada, voraz y destructiva de la explotación maderera en el Chocó, intensificada hace algunos meses por colonos respaldados militarmente por grupos paramilitares en los municipios de Lloró, Carmen de Atrato, Bojayá, Riosucio, Juradó y Medio Baudó.
La organización Emberá asegura que desde hace cuatro meses se ha intensificado el accionar de grupos armados en la región, de la mano con el avance de la destrucción de los bosques dentro de los territorios tradicionales de las comunidades indígenas y afrocolombianas.
“La amenaza de la vida y de la naturaleza inician sus paso hacia el etnocidio y ecocidio en esta región del mundo de bosque húmedo tropical, donde, acompañado de políticas económicas y bajo el pretexto del desarrollo, quieren usurpar a los legítimos dueños de los territorios de las comunidades indígenas Emberá”.
De igual forma, la Orewa asegura que son tres actividades específicas las que están deteriorando aceleradamente el medio ambiente como son:
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El avance de la siembra de cultivos de uso ilícito que ya se aproximan a ser plantados en las tierras de los resguardos indígenas
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Las plantaciones de palma de aceitera, que se desarrollan en los municipios de bajo Atrato, que están expropiando las tierras de los campesinos y de comunidades negras y en su avanzar ponen en riesgo los vecinos resguardos indígenas.
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La explotación irracional e ilícita de las maderas finas de los resguardos indígenas por madereros de la región, quienes bajo amenaza en nombre de los actores armados ilegales tienen más de 300 motosierras arrasando los territorios indígenas.
Así mismo, denuncia que los colonos están ofreciendo – a la fuerza – semillas de coca y chantajes con dinero a las autoridades indígenas para que siembren bajo amenaza, y se involucren en esta actividad ilícita.
También expresa la Orewa su preocupación por el incremento de las plantaciones de palmas aceiteras en los municipios de Carmen del Darién, Bajirá y Riosucio, donde se usurpa territorios colectivos de comunidades por empresas como URAPALMA.
Esta denuncia fue presentada ante CODECHOCO, entidad estatal encargada del control y de poner sanciones a los infractores de la ley, “pero no vemos clara su actuación en ejercicio a la misión que por ley tiene encomendado (...), porque en resguardos como Parruvera, Hurtado y Tegavera en Lloró, Nussi Purru en Juradó y la Cristalina en el Carmen de Atrato hay desplazados indígenas por amenazas de guerrillas y AUC”.
La exigencia de la Orewa se pueden resumir en los siguientes puntos:
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Intervención del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial para que se pronuncie frente a la explotación indiscriminada de madera en los resguardos indígenas.
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Que en los puestos de compraventa de las maderas que quedan en las cabeceras municipales de Lloró, Bellavista, Quibdó, Ríosucio, Turbo, Buenaventura, Juradó, entre otros, se inicien controles para decomisar las maderas cortadas ilegalmente.
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Intervención del Ministerio del Interior y de Justicia para garantizar la vida de las autoridades indígenas, quienes estarían en situación de riesgo por emprender la lucha de defensa de sus derechos territoriales ante los actores armados ilegales.