Como integrantes de los pueblos indígenas, las mujeres marcharon por el reconocimiento de sus derechos ancestrales, de su cultura, de su autonomía y su libertad.
Las mujeres indígenas. como hijas de las selvas, de las montañas, de los páramos, de los valles, del desierto y de las llanuras, reclaman por la sangre que injustamente han derramado por causa de un conflicto armado ajeno a sus culturas milenarias, un conflicto armado que debería estar ajeno a sus territorios.
No quieren que sus vientres sigan dando hijos para la guerra. Se unen como un solo pueblo para cerrarle el paso a la muerte, para derrotar la intolerancia y la injusticia, como única forma de construir un nuevo país y recuperar su dignidad.
“Han pasado 500 años y más, de atropellos, usurpaciones y humillaciones, pero hemos batallado y resistido; de esta forma sobrevivimos y lo seguiremos haciendo”, afirma contundentemente la indígena caucana del pueblo Nasa, Alicia Chocué.
Como mujeres, han estado en medio de la guerra, y, en muchas ocasiones, han entrado a dialogar con los grupos armados que violentan sus territorios. Son las voces que ayudan, alientan y animan a sus líderes; son la fuerza de sus comunidades para seguir adelante. Se destaca de esta forma el papel tan importante de la mujer indígena como formadora y constructora de la paz.
“Nosotros velamos por los intereses de la tierra, el suelo y sobresuelo, que es la única garantía de soberanía que tenemos sobre todas nuestras riquezas, y no seguiremos permitiendo la entrega de los recursos, por eso esta es una resistencia contra el gobierno y contra los grupos armados que viola los derechos humanos, que no aplican la Constitución Nacional. Nos resistimos al Plan Colombia porque estamos convencidos que es un medio para exterminar a los pueblos indígenas, desaparecerlos, y poder entregar nuestros territorios a las multinacionales petroleras y a las multinacionales mineras, las cuales están acabando con la biodiversidad que siempre hemos protegido”, afirma Amanda Domicó, indígena de la etnia Katío.
Las líderes indígenas afirman que están al lado de sus pueblos: “al momento de luchar contra la barbarie, continuaremos resistiendo a la destrucción y a la muerte que traen todos aquellos que quieren someternos y vincularnos a sus proyectos de guerra”.
