Su paradero, desconocido desde diciembre del año pasado, es una muestra más de la situación precaria en la que los protagonistas indígenas se encuentran por defender los derechos y los de su pueblo.
Con motivo de plasmar y reconocer su energía y aporte a nivel nacional, y para cesar el desarraigo que ella evidentemente ha sufrido durante los últimos meses, una organización social decidió premiar a la mujer que lleva bien puesto el sombrero.
Por esta razón, el martes 3 de febrero Aida Quilcue recibió el premio nacional La Gaitana 2009 en Bogotá, un acto simbólico iniciativa del Movimiento Social de Mujeres por la Paz y contra la Guerra.
Durante una ceremonia nutrida por más de doscientas mujeres y llena de lágrimas, de velas, de flores, de palabras cargadas de emoción, de amigos y amigas del pasado y del porvenir, Aida, conjuntamente con su hija, aceptó humildemente los elogios y regalos, y agradeció a sus compañeros.
Además de colmarla con regalitos simbólicos, el movimiento social de mujeres contra la guerra y por la paz reconoció "el tipo de liderazgo que encarna Aida Quilcue... hace visible la importancia del trabajo colectivo y el rol desempeñado por las mujeres en la construcción de un país que reclama justicia social y equidad".
Una de las voceras del movimiento social anfitrión hizo un recorrido por los éxitos y el testimonio de la vida de Aida Quilcue, incluyendo las muchas dificultades que ha afrontado. Docente comunitaria, fiscala del Cabildo, gobernadora del Cabildo Pickwetha en 2003 y desde el 2007 la Consejera Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), son algunos de los roles que Aida ha encarnado con entrega.
"En Colombia tenemos que empezar a diseñar otro tipo de política, en donde la gente sea la que decida desde su conciencia", señaló la Consejera, quien ha padecido el desplazamiento, ya por la tragedia natural, ya por su modo de pensar. Su férrea convicción a la vida y a la defensa de los derechos indígenas le ha llevado a lugares insospechados y el mundo entero se ha dado cuenta de su ideología, como en la reciente visita que hizo a Ginebra el año pasado, en el marco del Examen Periódico Universal, es decir, el examen de los derechos humanos.
Palabras citadas pasaron a ser palabras vivas cuando la mujer del momento las tomó. Primero agradeció a todas y a todos, enfatizando el hecho de que el premio no es sólo para ella, es para los que han luchado, han resistido para que "el futuro de Colombia sea diferente para nuestros hijos e hijas".
Junto con ella, dos otras mujeres fueron galardonadas, Libia Armida Paz Zancona y Marlytt Cucus Maca; líderes, madres y profesionales, a quienes Quilcue también reconoció sus esfuerzos como representantes del trabajo incansable que "muchas hacen a favor de la paz y en contra de la guerra".
La Minga y su encargo como embajadora en el extranjero llegaron del recuerdo. La líder se acordó de las sonrisas de sus compañeros en las marchas y resaltó que continúan siendo víctimas de la guerra, de humillación, de corrupción, de la globalización y que exigen un nuevo proceso de paz.
Este nuevo proceso tuvo una victoria inicial durante su visita a Suiza donde evaluaron la coyuntura en Colombia ante los otros gobiernos del mundo y, según ella, "no le fue muy bien para Colombia".
Quilcue se atrevió a mencionar la muerte de su esposo ocurrida apenas días después de su regreso de Europa. Dijo que lo que le pasó le ha pasado también a muchos y que a pesar de que él nunca se metió en la política, lo mataron.
Aunque algunos medios masivos han concentrado sus reportajes sobre este premio en los comentarios anti-uribistas, hablando de su querido Edwin Legarda, no pudo menos que lamentar su asesinato, "yo sabía que Uribe no me iba a perdonar... Y nuestro Gobierno es peligroso".
Pese a que este premio llega después de un camino bien truncado, Aida Quilcue se mostró durante la ceremonia como la mujer determinada, reposada y comprometida que es. Al cierre del evento la líder brindó algunas entrevistas cortas a los medios de comunicación. Actualidad Étnica aprovechó este momento para conocer algunos detalles más.
Actualidad Étnica: ¿Cuál fue su impresión del evento?
Aida Quilcué: Yo creo que está reflejada la presencia de muchas mujeres indígenas, no indígenas, muchos hombres luchadores, muchas personas que tenemos la esperanza de que la situación de Colombia cambie, de que la situación de violación de los derechos humanos no siga costando vidas, no siga costando desplazamientos, yo creo que esto es la esperanza más grande que tenemos. Yo tengo esta impresión y yo creo que tenemos una misión muy grande que seguir de aquí en adelante.
AÉ: Después de entregar su posición como Consejera Mayor del CRIC, ¿seguirá trabajando con el CRIC?
AQ: Claro, el CRIC es nuestra organización Madre que nos ha indicado ese camino de lo que nos corresponde de aquí en adelante y considero entonces que mis comunidades, en el marco del CRIC y en el marco de las autoridades, me han elegido, en el marco de muchos otros sectores en Colombia, me han elegido para que sea candidata en el Congreso de la República, voy a asumirlo sin dejar lo que es el tema social porque esa la base de todo proyecto político en Colombia.
AÉ: Como Consejera Mayor, ¿cuál sería su mensaje para los colombianos y los indígenas de Colombia este año? ¿Qué los espera este año?
AQ: Yo creo que este año nos espera un trabajo muy grande, por eso el tema de la Minga no debe quedar ahí, hemos dicho que hemos de seguir caminando la palabra. En este mes nos vamos a reunir en el marco de la Minga, vamos a diseñar una agenda de mediano y largo plazo. Allí voy a estar de manera permanente acompañando este proceso, nuestras autoridades también, entonces en este sentido se invitarán a muchos sectores sociales y al mismo periodismo para que nos acompañen porque vamos a estar en diferentes actividades en el marco de la Minga.
AÉ: Muchas gracias y muchos éxitos.