Además de las mujeres de la región, en el encuentro participaron 63 representantes de otras partes del país. La asamblea inició el 4 de abril, con un ritual a cargo de los jóvenes Yanakuna con danzas alrededor del fuego, ofrendas con plantas aromatizantes para dar energía a toda la asamblea. Después del ritual se dio a conocer la historia de la mujer indígena y un análisis del conflicto armado y sus consecuencias directas sobre las mujeres, los niños y las niñas.
Además de las ponencias, se realizaron jornadas de trabajo por comisiones, con el objetivo de revisar cómo las autoridades están trabajando el décimo punto de la plataforma política del Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC que hace referencia a la mujer y a la familia, desde la ley de origen y del derecho propio. Porque la responsabilidad de la familia se debe asumir desde la autoridad, lo local, lo regional y lo nacional.
"La responsabilidad de la familia se debe asumir, desde los hombres, desde las mujeres y las autoridades partiendo desde la espiritualidad, la ley de origen y el derecho propio, porque la familia no es responsabilidad sólo de la mujer", reza una de las conclusiones del encuentro.
Igualmente, las comisiones coincidieron en que el proceso de la mujer debe ser fortalecido desde todos los ámbitos en aras de revitalizar el movimiento indígena desde las bases, con el acompañamiento y apoyo concreto de las autoridades indígenas y no indígenas para que las mujeres ejecuten sus propios proyectos.
Asimismo, varias participantes propusieron que el enfoque de formación y capacitación de las mujeres debe ser cultural, político, organizativo, administrativo, legislativo y de gestión, que permita la gobernabilidad de las mujeres y fortalecimiento del proceso organizativo del movimiento indígena con otros. Puesto que la participación política se plantea con otras organizaciones bajo los criterios de autonomía, respeto, igualdad, solidaridad, unidad y gestión mutua, en busca de un cambio significativo desde las mujeres y la familia.
Mujeres denuncian consecuencias del conflicto armado
"En la zona se presentan constantes asesinatos, la mayor parte corresponde a jóvenes entre 12 a 17 años, que en ocasiones los encuentran tirados a la orilla de las carreteras y simplemente la gente se excusa diciendo que algo le debía a alguien", expresaban las mujeres.
Dicen que a esos cadáveres los lloran sólo los padres y no hay un apoyo puntual desde las autoridades. Por esto, hacen un llamado a los líderes para que tomen cartas en el asunto, ya que cada día es peor el conflicto porque también hay muchos líderes amenazados dentro la organización.
Esta problemática se generaliza cada día más en todos los territorios afectando directamente a las familias que tienen que desarraigarse para huir del conflicto. Ante esto, una de las mujeres del pacífico, parte de la autoridad tradicional la Tachinave, solicitó un mejor acompañamiento a las autoridades tradicionales porque en el resguardo Wangui comunidad de Agua Clarita, fueron desplazados de su territorio y ahora se encuentran en el resguardo de San Francisco, Municipio de Timbiquí.
Esta comunidad fue obligada a dejar su territorio en consecuencia del accionar violento de los diferentes actores armados que operan en la región, pero aún desconocen cuál de todos los está desplazando en forma forzada con amenazas a líderes y docentes "Estas amenazas no se sabe de dónde o de quienes son, porque en muchas ocasiones lo hacen por medio de misivas o panfletos", así llamó la atención a la asamblea para que no los dejen solos y se solidaricen con estas comunidades.
Asimismo, se conoció que hay disputas entre comunidades, porque algunas personas por la misma necesidad están trabajando con la fuerza pública destruyendo laboratorios del procesamiento de la hoja de coca y además recibiendo recompensas para informar. Situación que los empujó a salir a más de 1500 personas el pasado 17 de septiembre de 2008, ya que las amenazas son persistentes. "No queríamos mendigar, pero nos ha tocado" puntualizó esta mujer, muy preocupada porque también se han presentado varias desapariciones.
Es difícil la situación que están viviendo en Timbiquí, porque los niños se están enfermando gravemente en el sitio de concentración, ya que en la zona no hacen presencia los entes de salud y si llegan, sólo hacen la valoración médica para mirar si el paciente está bastante enfermo y así remitirlo a un hospital. Es necesario el acompañamiento, porque estas personas no portan medicamentos solo van a valorar la salud o el estado de la comunidad, esto no ayuda a solucionar los problemas de salud de las personas desplazadas.
Escenarios como este, es una constante en las comunidades ubicadas en las zonas estratégicas que se disputan los actores armados y donde las mujeres son las más afectadas. Ni siquiera pueden acceder a los alimentos a los que están acostumbrados como: ñame, plátano, frijoles y pescado. Entonces se enferman, no tienen plata para comprar alimentos y las ayudas que llegan son a base de dietas que les provocan malestares y enfermedades.
Para el movimiento indígena, es importante proteger y defender la Madre Tierra como dadora de vida, asimismo debe protegerse y defenderse la vida de las mujeres en su integralidad. Entonces la tarea para las autoridades es hacer cumplir las resoluciones que son un mandato desde la base y más si son acordados en congresos anteriores. Las leyes son para respetarlas y esto debe ser muy claro para todos los comuneros, las autoridades y los líderes, quiénes deben cumplirlas y hacerlas cumplir, sin importar quién es quién.
"Porque hay muchos rumores y la comunidad dice que la ley es para todos y no para los de ruana y que muchos líderes hacen y deshacen. En algunos resguardos por ser líderes torcidos y mañosos los hemos remplazado con jóvenes y esto nos ha funcionado, pero también estos resentidos están uniéndose con la OPIC para hablar mal de nuestra propia organización, a pesar de que en algún tiempo la lideraron, pero ahora están en contra del proceso por resentimientos. Ya deberían aplicarles el remedio para que no digan que la ley ancestral castiga a los más blandengues" agregó Blanca Lucía Andrade, coordinadora de mujeres del resguardo de Caldono.
Este encuentro se dio por terminado el 5 de abril. El cierre del evento lo hicieron nuevamente los jóvenes Yanakuna con otro ritual alrededor del fogón con temas de reflexión y pidiendo perdón a los espíritus de la naturaleza por la contaminación, por el envenenamiento y por la desobediencia. Cada participante dio 5 vueltas de izquierda derecha alrededor del fuego y después de los 5 pitos bien fuertes, las participantes le pidieron permiso al fuego para regresar al sitio de origen.