Trece mil indígenas de Risaralda asentados en los municipios de Mistrató y Pueblo Rico en donde se agudizó el conflicto armado, se declararon en resistencia civil y anunciaron, a través de sus voceros, que no saldrán de sus regiones
Luego que la Junta de Consejeros del Consejo Regional Indígena de Risaralda (CRIR) hiciera un llamado de alerta sobre la situación incierta de los indígenas del gran Resguardo Embera Chamí, del municipio de Mistrató, cercados en sus territorios desde el pasado 10 de septiembre por los intensos combates entre tropas el ejército y guerrilleros de las FARC EP, la organización indígena informó a Actualidad Étnica que pudieron entrar y constatar que sus comunidades se encuentran bien y han sido bien tratadas por el ejército, que ha respetado sus autoridades tradicionales y los derechos humanos.
Aunque el peligro continúa latente, “resistiremos todo el tiempo sin retirarnos a las cabeceras municipales a aguantar hambre y menos a las montañas, pero necesitamos que nos respeten los derechos humanos para tener seguridad alimentaria y salud”, manifestó William Nayasá, presidente de la organización.
Según la organización indígena, la situación se ha normalizado y hay comunicación con la zona, luego de los operativos realizados por más de 5 mil hombre del ejército, que con apoyo de la Fuerza Aérea realizó ametrallamientos en el municipio predominantemente afrocolombiano de Santa Lucía, y en el municipio de San Antonio (mestizo), en límites del resguardo indígena Chamí.
Allí hay fuerte presencia de los frentes Che Guevara del ELN, del Ejército Revolucionario Guevarista (ERG), y el frente Aurelio Rodríguez de la FARC, quienes se disputan con las fuerzas regulares y grupos paramilitares de las AUC el control territorial de la zona.
Otras fuentes cercanas al CRIR indican que el Ejército entró con fuerza pero respetando a las comunidades y su autonomía territorial. No se presentó ningún tipo de atropello contra los indígenas, salvo un caso aislado de “intimidación a un campesino que fue denunciado ante la Personería Municipal”. El teniente coronel Angarita, responsable de los operativos del Batallón San Mateo, “se apersonó de evitar atropellos por parte de sus hombres, respetó y consultó la opinión de las Autoridades Indígenas”.
El balance que hasta el momento hace el CRIR es positivo, la comunidad se encuentra bien y han podido ingresar alimentos a las comunidades. Los grupos armados no han tenido contacto con la población y hasta el momento han estado salvo, aunque hubo cierto desplazamiento por cuatro pues quienes estaban fuera del territorio no podían ingresar. Al respecto, señalan que estas personas temporalmente desplazadas por cuatro días retornaron a su territorio, sin haber recibido “ningún tipo de apoyo de las entidades gubernamentales encargadas de brindar ayuda humanitaria, tales como la Red de Solidaridad, la Defensoría del Pueblo o la Cruz Roja.
Durante todo el día hoy y de mañana, las comunidades indígenas de Pueblo Nuevo y Mistrató estarán reunidas en Asamblea permanente en el municipio de Puremburá, con el fin analizar la situación y su posición frente al conflicto. Pero ratifican que no se desplazarán ni saldrán de sus territorios, aunque en el empeño queden sus vidas.