Producto del asedio por parte las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y de la guerrilla de las FARC EP, las comunidades indígenas y campesinas se tomaron la alcaldía de Valledupar, pues desde hace varias semanas los actores armados no permiten el paso de elementos básicos
Por lo menos 15000 indígenas entre Koguis, Malayos, Arahuaco, Kankuamos y Wiwas que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta, departamentos de Magdalena y Cesar, se tomaron la alcaldía de Valledupar. Literalmente los indígenas y campesinos de la zona se están muriendo del hambre ante la falta de alimentos, los cuales se quedan en los retenes ilegales que montan los grupos de autodefensa y de insurgentes que operan en la zona, y que han ubicado sus retenes en las entradas y salidas de los territorios indígenas.
Igual situación vive la población campesina del departamento, que junto a los indígenas se movilizaron, desde caseríos y resguardos, a la ciudad de Valledupar, donde bloquearon el acceso a la alcaldía con el objetivo de exponer sus angustiosos casos, y pedirle ayuda a la autoridad local, Elías Ochoa Daza.
"Desde hace ocho días estamos aguantando hambre, porque las tiendas están vacías", dijo un habitante del corregimiento de Atánquez, mientras esperaba los resultados de una comisión que dialogaba con Ochoa.
Además de habitantes de Atanquez, en el grupo había representantes de otros pueblos vecinos como Patillal, La Vega, Guatapurí, Chemesquemena, Maruámake, Río Seco, aparte de los delegados de los indígenas Kankuamos, Arsarios y Koguis.
Lo del hambre en más de 1.500 familias que viven en la zona rural del norte de Valledupar es producto del bloqueo comercial a la que es sometida esa región por parte del 59 frente de las FARC EP y de las Autodefensas, actores armados que se disputan el dominio territorial.
“Desde hace ya varios meses hay restricciones en mayor o menor medida por parte de los actores armados ilegales, especialmente los paramilitares, que impiden el paso de alimentos o son quitados por los guerrilleros cuando llegamos a nuestros resguardos, alegando que somos colaboradores de uno u otro bando y que lo que estamos haciendo es abastecer al bando que sea” declaró para Actualidad Étnica el líder Kankuamo Gustavo Carrillo, que a su vez se encuentra desplazado en la capital del país por amenazas contra su vida por parte de las autodefensas.
Por su parte, el gobernador del cabildo kankuamo sostuvo: “Sólo nos dejan ingresar alimentos a nuestros territorios los lunes y martes, por máximo 500 mil peso, lo que ha generado una escasez en alimentos y medicamento, y los abastecimientos de las poblaciones ya se agotaron”
En la reunión con el alcalde Ochoa, en la que participó un oficial del Comando Operativo Número 7 del Ejército, se acordó una base militar transitoria en el corregimiento de Patillal, desde donde se coordinarán operativos de seguridad para los habitantes de la región, mientras se construye el puesto de Policía destruido por las FARC EP hace más de dos años. La Oficina de Prensa de la Alcaldía informó que esperan que hoy vuelva la normalidad.
Mientras tanto en Bogotá, delegaciones de indígenas de la Sierra Nevada discuten su problemática en la Defensoría del Pueblo, sin que hasta la fecha haya una solución concreta. “La Defensoría está trabajando, en primera instancia, en gestionar el apoyo de las autoridades competentes de la región y queda en manos de la dirección General de Tramite de Quejas de la Defensoría en evaluar y dar a conocer una posible Alerta Temprana en los territorios indígenas y campesinos del departamento”, declaró a Actualidad Étnica Gabriel Muyuy, Defensor Delegado para Asuntos Indígenas y Minorías Étnicas.