Las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas asentadas sobre la costa pacífica del departamento de Nariño, denuncian como desde hace varios meses le vienen solicitando al gobierno nacional adoptar las medidas necesarias para proteger y garantizar la integridad de las poblaciones; sin embargo, hasta la fecha no existe ninguna acción que frene el avance de los grupos armados, los cuales amenazan con repetir acciones como las acontecidas en el Alto Naya, abril del año 2001, o Bojayá
La situación de orden público en las comunidades negras, indígenas y campesinas de la costa pacífica nariñense empeora con los días, en especial en los municipios de Tumaco y Barbacoas, donde los desplazamientos, las amenazas, las desapariciones, las muertes selectivas y las masacres se han convertido en hechos cotidianos para los pobladores. Así lo viene denunciando el Consejo Comunitario La NUPA y la Defensoría del Pueblo.
La permanente confrontación entre los distintos grupos armados al margen de la ley, que desde hace varios meses se vienen disputando la zona, compromete la seguridad e integridad de comunidades que se han convertido en objetivos militares. Lo más grave es que los actores vienen acusando a los pobladores de ser auxiliadores del bando contrario, conduciendo a expulsiones y desplazamientos masivos.
De acuerdo con las cifras presentadas por la Red de Solidaridad Social, el municipio de Tumaco es el mayor expulsor de familias con un promedio de 313 durante el último período, seguida por Barbacoas con 157, mientras que de las zonas rurales han sido expulsadas alrededor de 255 familias. Empero, la misma Red de Solidaridad es concientes de que las cifras se queda cortas, puesto que muchas de las personas desplazadas no son registradas, pues temen que al denunciar puedan ser perseguidas.
Para el Consejo Comunitario La NUPA, es dramático como las denuncias hasta la fecha formuladas no han tenido eco entre las instituciones del Estado. Es por ello que una vez más conminan al gobierno nacional para que se adopten las medidas necesarias para garantizar la protección de todas las comunidades.
Finalmente, cabe resaltar que en la zona se vienen desarrollando varios megaproyectos como la construcción de la vía La Aspriella, Mate, Esmeralda; la ampliación del puerto pesquero o desarrollo de cultivos de palma africana, los cuales se han iniciado sin consultar las expectativas de las comunidades.