Si en un lapso de 48 horas, Gobierno y comunidades indígenas del norte del Cauca no llegan a una solución, el paro puede reanudarse el próximo sábado.

 

Durante por lo menos 12 horas, más de 3 mil indígenas paeces obstaculizaron la vía que conecta las ciudades de Popayán y Cali, en el sur occidente colombiano, exigiendo la destitución o renuncia del alcalde local, Gerardo Iván Sandoval, por presuntos actos de corrupción.

 

Los paeces ahora denuncian que el mandatario ha generado una división entre los propios indígenas y una confrontación con la población campesina de otras zonas. Argumentan, además, que incurre en prácticas contrarias al derecho, entregando tierras a título individual a algunos indígenas, desconociendo ello vulnera sus formas propias de organización y propiedad colectiva.

 

El Gobernador del Cauca, Floro Tunubalá, y consejeros del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) se reunieron este martes con las partes para buscar una salida concertada a la problemática de gobernabilidad y corrupción que denuncian las comunidades indígenas del municipio de Caldono.

 

A las 6 de la tarde del mismo martes, se logró levantar provisionalmente el paro que desde las 5:30 de esa mañana bloqueó el paso de vehículos de transporte público y de carga.

 

“Los acuerdos pactados en la reunión de seguridad van encaminados a que en las próximas 48 horas, el Gobernador del Cauca, Floro Tunubala, expida un comunicado oficial explicando lo sucedido en el municipio de Caldono para que estos hechos sean conocidos por toda la opinión pública. Que se convoque a una comisión especial de trabajo, conformada por funcionarios de la oficina jurídica de la Gobernación del Cauca, consejeros y asesores jurídicos del CRIC y representantes indígenas del cabildo en Caldono, que plantee soluciones a la problemática territorial y de gobernabilidad, ya que desde un principio, las comunidades indígenas reclamaron al Ministerio del Interior y el Congreso una definición pronta a lo que es la entidad territorial indígena de Caldono, para poder asumir su autoridad y definir los límites de su autonomía”, expresó un miembro de la comunidad que solicito reserva de su nombre.

 

De igual manera, se convoca a la Oficina de Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior, al delegado para Minorías Étnicas e Indígenas de la Defensoría del Pueblo y de la Procuraduría para que faciliten la canalización de esta problemática, al igual de los esfuerzos realizados por las comunidades indígenas en Caldono.

 

José Orlando, indígena y funcionario del cabildo del pueblo Nasa – que reúne a los seis resguardos del municipio en Caldono - manifestó a Actualidad Étnica que “las acciones tomadas por la comunidad y las guardias indígenas, tanto en la cabecera municipal como en la carretera Panamericana, continuarán si la labor de las instituciones gubernamentales se demoran”.

 

Para Jorge Caballero, jefe de comunicaciones del CRIC, lo primordial es que “se respeten los derechos territoriales de nuestros pueblos indígenas, ya que estos fueron ratificados desde el año 1700, cuando la corona española, mediante el título de Mandama, adjudicó las tierras del norte del Cauca a los indígenas Paeces”.

 

El departamento del Cauca posee una de las mayores poblaciones indígenas del país. Del millón 300 mil habitantes que tiene, alrededor de 220 mil son indígenas (17% de la población total). Cabe recordar que el problema tiene como origen la venta del predio La Elvira, a personas particulares, por parte de la administración local, terreno destinado por el INCORA para el resguardo de la población indígena. Como medio de protesta, el pasado 23 mayo las Guardias Indígenas Paeces de seis resguardos de Caldono, se tomaron el edificio de la administración municipal, en un acto de Resistencia Civil Pacífica, para exigirle al alcalde su renuncia

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