Los suscritos senadores dejamos constancia, en la sesión plenaria de la Corporación del 25 de marzo de 2003, de nuestro rechazo a la agresión militar que lleva a cabo Estados Unidos contra Irak, la cual, para vergüenza de nuestro país, ha sido respaldada por el gobierno que preside Álvaro Uribe Vélez. Las razones de esta posición se señalan a continuación:

Contra el sentir de los pueblos, expresado en masivas manifestaciones anti bélicas que han congregado a decenas de millones de personas a lo largo y ancho del planeta, el gobierno de Estados Unidos, pasando incluso por encima del derecho internacional y de las Naciones Unidas, decidió lanzar el pasado 18 de marzo a su poderoso ejército a invadir a Irak, una débil nación del tercer mundo.

El ataque es la conclusión de una ordalía que lleva ya doce años, en la cual la nación iraquí ha sido sometida al bloqueo económico, incluidos la obstrucción al ingreso de alimentos y medicinas, razón por la cual su pueblo se debate entre el hambre y la enfermedad.

Para nadie es un secreto que el objetivo de la agresión es apoderarse de los 544 mil millones de barriles de reservas de petróleo que posee ese país, las segundas más grandes del planeta, con lo cual Estados Unidos pondría prácticamente bajo su dependencia las economías de Europa y Japón y obtendría un punto de apoyo importante para sus no disimulados apetitos de controlar el orbe.

Los argumentos utilizados por el mayor imperio de la tierra para arremeter contra el empobrecido país asiático han resultado claramente mendaces, como ha sido desenmascarado en más de una ocasión en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En un acto de sumisión que ha merecido el repudio nacional e internacional, el presidente Uribe se alineó con la Casa Blanca, a diferencia de la mayoría de naciones latinoamericanas que han asumido una actitud digna. Al aceptar el primer mandatario colombiano la Doctrina Bush del 'ataque preventivo', pone a Colombia en grave riesgo, porque Washington podría usar el mismo pretexto para ocupar militarmente nuestro país cuando le venga en gana.

Los firmantes de esta constancia llamamos a todos los patriotas de nuestro país a sumarse al creciente rechazo mundial contra este brutal acto imperialista y a rodear de solidaridad al pueblo iraquí.

Firman los senadores:

Gerardo Jumí, Francisco Rojas Birry, Óscar Aníbal Largo, Jorge Enrique Robledo, Juana Ramírez, Bernardo Hoyos, Jesús Bernal, Alba Esther Ramírez, Jaime Dussán C., Piedad Córdoba, Carlos Gaviria, Luis Carlos Avellaneda.

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