Ayer se celebró el día mundial para los refugiados, donde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Colombia, Francisco Galindo Vélez, reiteró la alta incidencia del conflicto armado sobre la degradación de los derechos humanos y el desarraigo, además de la crueldad creciente de los métodos de combate utilizados por los grupos armados, lo cual agrava día a día la vulnerabilidad de la población civil, en especial la de los grupos étnicos y minoritarios, que se han visto obligados a desplazarse de sus territorios ancestrales por miedo a la muerte.
En memoria de las cientos de miles de personas que se desplazan año tras año en todo el mundo, por diversas causas y motivos, pero siempre en contra de su voluntad, se celebra la tercera versión del día mundial de los refugiados, fecha que nos obliga a reflexionar sobre la situación en Colombia, donde las cifras hablan de 2 millones de personas que han tenido que salir que desplazarse.
“El problema de los refugiados y de los desplazados internos del mundo es una de las cuestiones más complicadas que la comunidad mundial tiene actualmente ante sí. El tema es objeto de intensos debates en las Naciones Unidas, que siguen buscando medios más eficaces para proteger y asistir a esos grupos especialmente vulnerables”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
Colombia atraviesa por uno de los momentos más complejos de su historia reciente. La profundización de la crisis social se revela en indicadores de exclusión, según los cuales más del 60 por ciento de la población se encuentra en condiciones de pobreza absoluta, y más de 11 millones en condiciones de indigencia con menos de un dólar diario para subsistir. Además, el 80 por ciento de la población rural es pobre y cerca del 60 por ciento indigente (Planeación Nacional – Presidencia de la República - ONU)
En ese marco, el escalamiento del conflicto armado interno y la presencia histórica de otras formas de violencia hacen del desplazamiento forzado uno de los problemas de mayor impacto social, económico, político, cultural y ambiental. No en vano Colombia ocupa el segundo lugar, después de Afganistán, en población desplazada internamente, con más de 720 mil casos registrados en el 2002.
Sin embargo, la población más afectada y vulnerable a los efectos de la intensificación, degradación y expansión del conflicto armado en el país, han sido los grupos étnicos: indígenas, afrocolombianos, raizales y gitanos. Su fragilidad se desprende del número de población que cada grupo tiene. Por ejemplo, cuando el número de miembros de una comunidad no asciende a los 1000 habitantes, como es el caso de los Nukak Makú de amazonas, y de un momento a otro son violentados, llámese asesinato o desplazamiento, su estabilidad de subsistencia decae al punto de la extinción.
“Estos grupos étnicos sufren especialmente por el desplazamiento, debido a la estrecha relación de su cultura con sus tierras. Es de particular preocupación la situación de los desplazados que han retornado a su lugar de origen sin las debidas garantías de seguridad, ya que persisten las amenazas de grupos armados ilegales, en especial en las comunidades de paz ubicadas a orillas del río Atrato y las cuencas de Salaqui, Truandó, Quiparadó, Domingodó, Curvaradó y Jiguamiandó, aumentándose así el riesgo de nuevos desplazamientos”, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Colombia.
Población Afrocolombiana
La población afrocolombiana representa aproximadamente el 26% del total nacional. Después de Brasil, Colombia es el país de América Latina con mayor número de población negra. El 82% presenta necesidades básicas insatisfechas. El 74% recibe menos del salario mínimo legal. El ingreso percápita de la población corresponde a US $500 (la tercera parte del promedio nacional). De cada 1000 niños negros que nacen, 151 mueren antes de cumplir un año, cuando el promedio nacional es de 39. El analfabetismo es 3 veces más alto que para el resto de los colombianos. De cada 100 jóvenes afrocolombianos, sólo 2 recibe educación superior.
Las zonas tradicionales de asentamiento de las comunidades negras en nuestro país están siendo afectadas por la dinámica que ha tomado el conflicto armado. Muchas de estas comunidades han generado mecanismos de resistencia al embate de los actores armados, basadas en su fortaleza organizativa y en el arraigo cultural centrado en su territorio. Sin embargo, los eventos de desplazamiento masivo y la llegada de familias afrocolombianas a distintas ciudades del territorio nacional señalan la necesidad de entender, fortalecer y atender a una población que padece los rigores del conflicto.
La población negra desplazada, por ejemplo, entre enero de 2000 y junio de 2001 provenía fundamentalmente de los departamentos de Chocó, Sucre, Bolívar, Valle del Cauca, Antioquia y Risaralda; y la población indígena, de los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Putumayo, Chocó, Tolima, Magdalena y Córdoba, alcanzando la escandalosa cifra de aproximadamente 400 mil personas.
Población Indígena
La población indígena vive en los 32 departamentos del país, distribuidos en 535 resguardos. Para el Departamento Nacional Planeación (DNP), las comunidades indígenas tienen derechos territoriales reconocidos sobre 279.487 kilómetros cuadrados, es decir, 24.5% del territorio nacional. Los departamentos con mayor población indígena relativa, es decir, comparando la población indígena respecto al total departamental, son en su orden: Vaupés, cuya población amerindia representa el 74.6% del total departamental; Guainía, con el 41% de población indígena; Guajira, con el 32.7%; Amazonas, con 31.5%; Vichada, con 26.9%; Cauca, con 13.5%.
La mortalidad de la población indígena está calculada 10 defunciones por cada 1000 habitantes, siendo una de las más altas para una población con estructura de edad joven. La tasa de mortalidad infantil en Colombia, para el período 1989 -1990, fue de 41 por cada mil nacidos vivos, y para la población rural fue de 50 por cada mil. El mismo indicador para poblaciones indígenas en 1990 fue de 63 por cada mil habitantes (DNP, División de Población)
Los territorios indígenas en el país coinciden con las zonas de desarrollo de grandes proyectos de infraestructura, con gran biodiversidad, con riquezas del subsuelo, con cultivos ilícitos y con la lucha armada como trasfondo. En los últimos diez años ha crecido cada vez más la guerra en el territorio de estas comunidades, ligada a la pugna por el control de los recursos naturales o del territorio.
En este contexto, el número de indígenas en condición de desplazamiento es creciente. Aunque, en general, las comunidades indígenas han preferido permanecer en sus territorios, a pesar del conflicto, hay situaciones insostenibles que han llevado a que se configuren varios tipos de desplazamiento: interno, en especial masculino, en su propio territorio; hacia territorios no indígenas dentro del territorio nacional; y, en algunos casos, hacia zonas fronterizas con otros países.
En ese sentido, los principales asentamientos de población indígena desplazada se encuentran en Valle del Cauca, Putumayo, Tolima y Córdoba; y los de población negra, en los departamentos de Chocó, Risaralda, Bolívar y Valle del Cauca.
La conmemoración
En este lamentable contexto, Colombia celebró el Día Mundial de los Refugiados, que, bajo el lema los jóvenes refugiados: cimentando futuro, fue dedicado a la población juvenil. “Queremos dirigir nuestra atención a la situación especial de estos inocentes dedicando el Día Mundial del Refugiado 2003 a la Juventud Refugiada y así abrir los ojos sobre sus necesidades a una audiencia de alcance mundial. Pero no sólo sobre sus necesidades, deseamos poner el acento en los aspectos positivos, mediante la celebración de sus fortalezas, de su enorme potencial y de su capacidad para ayudarse a sí mismos y a sus comunidades. Nuestro objetivo es lograr que los jóvenes refugiados tengan un sentido más elevado de su propio valor y autoestima; ayudarlos a reunir fuerza y entereza, a desplegar sus alas... ¡y emprender el vuelo!” (ACNUR)
En el transcurso de esta semana se desarrollarán en diversas ciudades del país: Cartagena, Bogotá, Mocoa, Barrancabermeja, Apartadó, Puerto Asís, Pasto y Quibdó, diversos actos conmemorativos a esta fecha.
Hoy se llevará a cavo en Bogotá, un evento en el Teatro la Calleja, el cual arranca con un concierto del grupo Mama-U, del departamento del Chocó conformado por jóvenes desplazados, y seguido, el grupo Invisible invisibles. Además, el Defensor del Pueblo, Dr. Eduardo Cifuentes y el director de la Red de Solidaridad Social, Dr. Luis Alfonso Hoyos, al igual que el representante adjunto del ACNUR, señor Fabio Varoli, tendrán intervenciones acerca de la situación de los jóvenes desplazados en Colombia.