A propósito del viaje programado para el sábado 23 de febrero por el presidente Álvaro Uribe Vélez a la ciudad de Cartagena, los habitantes afrocolombianos de la Boquilla, sector de Marlinda, le enviaron una misiva al mandatario donde le solicitan su ayuda para la titulación de territorios ancestrales.
Luego de nueve años de trámite con el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA) la titularización de sus territorios ancestrales, las mil familias afrocolombianas de la Boquilla recibieron la negativa por parte de la entidad gubernamental. Es por ello que la comunidad envió una carta al presidente Álvaro Uribe solicitándole su intermediación, a propósito de la visita que el mandatario adelantará en la ciudad de Cartagena el próximo sábado.
De acuerdo con la comunidad, la gestión de titularización y de reconocimiento al territorio ancestral se inició poco después de expedida Ley 70 de 1993 y su decreto reglamentario 1745/95. “Basándonos en los lineamientos trazados por la Ley 70, iniciamos la gestión ante INCORA, el Ministerio del Interior, el IGAG, y otras entidades gubernamentales encargadas de los diversos trámites necesarios para la legalización del territorio. Sin embargo, el INCORA, mediante resolución No. 0001044 del 20 de diciembre de 2002, nos negó el derecho al territorio, negándonos también la posibilidad de reproducción de nuestra etnia, de nuestra cultura y de la vida misma”
La población afectada por la medida está compuesta por alrededor de 2500 niños, 1200 jóvenes, 400 ancianos, 500 mujeres cabeza de familia, 4500 personas adultas. El temor que embarga a las familias radica en la inevitable posibilidad de un desalojo, sentando como precedente el primer desplazamiento urbano de la ciudad de Cartagena, una de las principales ciudades receptoras de personas desplazadas, de acuerdo con las cifras de la Red de Solidaridad Social.
“Hemos presentamos memoriales y alegatos ante las diferentes autoridades competentes; todo dentro del marco legal, lo cual, ha significado enormes costos económicos, humanos, sociales, culturales y étnicos. Luego de 9 años el INCORA, en una hoja y media de papel bond tamaño oficio, pisotea nuestros sueños, ilusiones, esperanzas, dignidad, mejoramiento del nivel de vida. Nos niega el derecho al territorio ancestral, el cual poblaron nuestros antepasados esclavizados. Cartagena de Indias está constituida, por miles y miles de personas que vivimos más allá de Bocagrande, El Laguito y la ciudad amurallada. Es en estos sitios donde necesitamos la presencia del Estado colombiano”.
Las mil familias solicitan a través de la carta la intervención del presidente Uribe, para que se analice su situación y se establezcan soluciones estratégicas; solicitud bastante compleja para un Gobierno cuyo Plan de Desarrollo, que se debate en la actualidad en las comisiones económicas del Congreso, excluye de plano a las minorías étnicas en todo lo que tiene que ver con la titularización de nuevos resguardos y territorios colectivos.