Organizaciones sociales y ambientalistas encabezadas por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y la fundación Censat Agua Viva, celebraron la sexta versión del Día Internacional de Acción contra las Represas y por los Ríos, el Agua y la Vida, con una exposición artística a lo largo del eje ambiental de la avenida Jiménez, en pleno centro de la capital.

Con los temas: Represas, Indígenas y Guerra, se montaron 10 figuras hechas en hielo, en cuyo interior tenían diferentes imágenes y textos que hacían alusión a la extensa problemática que han generado los megaproyectos hídricos (represas, hidroeléctricas) en las comunidades que han habitado desde siempre, en zonas con gran presencia fluvial y de una riqueza ambiental incalculable.

Los pueblos indígenas y afrocolombianos han sido los más afectados, al depender casi por completo de los ríos, de la pesca y de la fertilidad que el agua le da a las tierras. Este fue el caso de la represa Urra montada sobre el río Sinú que atraviesa los territorios indígenas de los Emberá-Chami, Tierra Alta (Córdoba), y que generó una fuerte crisis humanitaria, ya que: “con la represa llegó la violencia, de la mano de grupos paramilitares”, así lo dijo el líder Embera, Kimy Pernía Domicó, quien en junio de 2001 fuera desaparecido por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), sin que hasta ahora se haya castigado a los responsables.

La exposición fue bien recibida por los citadinos transeúntes de Bogotá, en especial por la comunidad estudiantil y universitaria, que en muchas ocasiones a apoyado las causas de los pueblos minoritarios, a quienes las grandes multinacionales y sus megaproyectos, con el aval del Estado, les ha vulnerado sus derechos fundamentales sin importarles su suerte y sí el negocio.

“Nuestra propuesta es celebrar alrededor del agua, y que mejor que una quebrada para renegar de las represas. Nuestra propuesta es recordar de alguna manera que el agua nunca ha sido un negocio y que no puede venderse al mejor postor como el petróleo, como un Ford o como una gaseosa”, le dijo a Actualidad Étnica uno de los organizadores.

Qué se ha hecho en el mundo

Esta iniciativa se ha celebrado alrededor del mundo por grupos ambientalistas, ONG y organizaciones que trabajan el tema de los derechos humanos. “Nos entusiasma la idea de utilizar este Día de Acción para recordar al mundo que no solo luchamos contra de las represas, sino a favor de ríos y pueblos sanos. Todos podemos fortalecer el movimiento a través de manifestaciones y protestas, compartiendo información, discusiones y actividades educativas”.

Según datos de la organización ambientalista Biodiversidad en América Latina, a pesar de la oposición de la Administración Bush al cierre de represas, en 2002 se programó la detención del funcionamiento de 63 represas estadounidenses, cifra récord hasta el momento. Después de años de negociaciones, las partes acordaron el retiro de dos represas en el río Little Sandy en Oregon. Esta decisión determinará la creación de una nueva zona de recreación y vida silvestre, la protección de los bosques primarios que aun quedan en el área, y la restauración de hábitats de peces y del paisaje de las gargantas profundas del río.


Por primera vez en Japón se programó el cierre de una represa en funcionamiento. Durante mucho tiempo hubo reclamaciones cívicas denunciando que había demasiadas represas en los ríos del país, y la decisión de cerrar la represa de Arase sobre el río Kumagawa es “el primer quiebre de la habitual política fluvial que consiste en tapar todo con cemento".


Los activistas que luchan por salvar las espectaculares cataratas de Bujagali en la sección ugandesa del río Nilo Victoria lograron un triunfo al detener la controvertida represa de 200MW de Bujagali. En junio de 2002, el Panel de Inspección del Banco Mundial detectó que el proyecto de Bujagali violaba cinco políticas operacionales del Banco. Debido a denuncias de corrupción, en julio se suspendió toda la financiación de la represa. Resulta evidente que está creciendo el movimiento por asegurar los derechos de las comunidades sobre el agua y los recursos naturales. La Declaración sobre el Agua de la Sociedad Civil Internacional de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable afirmó: "El agua es vida. En consecuencia, el derecho al agua no es negociable". La ONU afirmó en 2002 que "el derecho humano al agua es indispensable para vivir una vida sana en condiciones humanas dignas. Es un requisito previo para el cumplimiento de todos los demás derechos humanos". Los organismos internacionales finalmente están reconociendo este derecho que la sociedad civil ha estado exigiendo durante años.

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