A finales del 2003 entrarán en funcionamiento, sin embargo los debates entre el Estado y los Pueblos Indígenas se centran alrededor de la financiación, la sostenibilidad, y la reglamentación de las mismas, que permitan que este proyecto sea de indígenas y para indígenas.
El Ministerio de Comunicaciones a través de su programa “Comunidad Señal de Cultura y Diversidad”, anunció la puesta en marcha de por lo menos 11 nuevas emisoras indígenas más para el 2003, ubicadas en los departamentos de Guajira, Córdoba, Sucre, Antioquia, Chocó y Tolima, además de las 14 ya instaladas en los departamentos de Cauca, Caquetá, Putumayo y Nariño en el 2002. La primera experiencia indígena en la radio, se da en el año de 1989, en el municipio de Belalcazar, departamento del Cauca, donde el pueblo Paéz, en convenio con la comunidad religiosa de la localidad, ponen al aire “Radio Eucha”, que emite algunos programas en lengua Naza. Seguiría, en el año de 1997, “Voces de mi pueblo”, adjudicada por el Ministerio de Comunicaciones al pueblo indígena del municipio de Jambaló, norte del Cauca.
El objetivo del programa “Comunidad Señal de Cultura y Diversidad”, es facilitar a los pueblos indígenas la comunicación interna en sus territorios, fomentar y difundir los valores y los procesos culturales propios, apoyar sus planes de vida, capacitarlos en la producción de radio y suministrar la infraestructura de radiodifusión sonora para cada comunidad.
Con la puesta en marcha de las 11 nuevas emisoras se beneficiarán las siguientes comunidades:
Guajira: dos emisoras para los Wayuú localizadas en la alta Guajira (Nazareth) y la baja Guajira (Fonseca), región donde la población indígena está constituida por 144.003 personas que representan el 20.5% de la población indígena nacional (DNP-INCORA, 1997).
Chocó: dos emisoras para los Embera, Waunanas, Katios y comunidades negras en Quibdó y Bojayá.
Córdoba y Sucre: una emisora para los Zenúes en San Andrés de Sotavento. La población Zenú está por el orden de las 33.910 personas (DNP-INCORA, 1997).
Tolima: Una emisoras para los Pijaos y Paeces localizadas en Coyaima y Planadas. Población estimada en 17 mil personas (DNP-INCORA, 1997).
Antioquia: tres emisoras para los Embera-Katios y Tule localizadas en el Bagre, Jardín y Urabá (Apartadó). En la actualidad no se conocen datos precisos sobre el número de personas que conforman la etnia Emberá Katia. Sin embargo la población Tule se calcula en unas 1.166 personas (DNP-INCORA, 1997)
Sierra Nevada: una emisora en Valledupar para los Kogui, Arhuaco, Wiwa, Kankuamo y Chimila. Población estimada, 27 mil habitantes(DNP-INCORA, 1997).
Vichada: una emisora para los Sicuani y Piapoko en Cumaribo. Población estimada de 38.500 habitantes (DNP-INCORA, 1997).
Vaupés: una emisora para lo Tukano, Cubeo y Desano en Mitú. Población estimada, 14.700 habitantes (DNP-INCORA, 1997).
En la primera fase del programa “Comunidad Señal de Cultura y Diversidad”, resultante del convenio interinstitucional entre el Ministerio de Comunicaciones, el Fondo de Desarrollo de Proyectos (FONADE), y el Ministerio de Cultura, se han invertido hasta el momento, $4.020 millones de pesos. Se contempla que para la segunda fase, que se estima esté en funcionamiento entre los meses de noviembre y diciembre de este año, se invertirán $ 3.640 millones de pesos.
Actualidad Étnica entrevisto a la gerente del programa “Comunidad Señal de Cultura y Diversidad”, María Cristian Trujillo, quien, a lo anterior, agrego:
¿Cómo surge el programa “Comunidad Señal de Cultura y Diversidad”?
El proyecto nació del Encuentro Internacional de Radios Indígenas de América, realizado en Villa de Leiva en mayo de 2000, donde se invitan a participar a todas las comunidades indígenas del país. Parte de lo que ellos proponen es hacer un proyecto para desarrollar sus propias emisoras. En ese momento el Ministerio de Comunicaciones toma atenta nota de eso, siguiendo los lineamientos de la Constitución (Art. 20 de la Ley 335 de 1996), donde se reconoce que las comunidades indígenas deben tener la operación de ciertos medios de comunicación. El proyecto se plantea, destinando unos recursos que hay del fondo de Comunicaciones del Ministerio de Comunicaciones para eso, y se empieza a trabajar con el Fondo de Desarrollo de Proyectos (FONADE), donde se hace un convenio inter-administrativo: Fondo de Comunicaciones, FONADE y el Ministerio de Cultura -que es también uno de los promotores del proyecto-. Pero solo hasta después de la reunión del año 2000, arranca a ejecutarse el programa. El convenio asumió todos los costos de infraestructura, los estudios técnicos, todos los equipos, y las emisoras físicamente ya están montadas en cada uno de estos pueblos”.
¿Las emisoras indígenas están dentro del paquete de las emisoras comunitarias?
Las emisoras comunitarias tienen una reglamentación donde éstas no puede tener una potencia mayor a 250 Vatios. En el caso del programa de emisoras indígenas, se asignaron como emisoras de interés público, porque los cabildos son entes públicos y por eso se les podía asignar directamente la frecuencia; en el caso de las emisoras comunitarias, se tiene que hacer una licitación pública, ya que se tiene que asignar una parte del espectro electromagnético, no es el caso cuando son frecuencias para un ente público como los cabildos y asociaciones de cabildos. Como el objeto fundamental del programa es que una emisora dé el mayor cubrimiento posible a la mayor cantidad de comunidades, por ejemplo la emisora de Santander de Quilichao tiene 4 Kilovatios –es muy grande- y hace el cubrimiento en más de un municipio, y no en uno como es el caso de la comunitaria. Se hizo esta excepción porque lo que se quería era dar el mayor cubrimiento por etnia posible, donde toda la comunidad trabaje para realizar su Plan de vida.
¿Algunos líderes indígenas consideran que sería mejor una sola emisora por departamento, con una gran potencia, que varias con poco alcance, usted que opina de esto?
Nosotros técnicamente hicimos los ejercicios, y eso que ellos quieren es imposible de hacer porque tendríamos que destinar unos recursos que no están para eso en este país, porque a veces no es problema de potencia sino de geografía, nosotros tenemos una geografía muy especial. En el caso del Macizo colombiano, y donde tenemos unas emisoras para el caso de los Pastos y de los Awa en Nariño, una única emisora no se podía poner porque hay unas barreras geográficas que no permiten, así se tenga toda la potencia, así mismo pasa en la Amazonía y la Orinoquía, la misma selva es una barrera natural que no permite que las ondas avancen. Lo que buscamos nosotros con el programa Comunidad es básicamente darles, a las comunidades indígenas, el mayor cubrimiento. Aun así, en el departamento de Cauca se presenta un fenómeno que los técnicos llaman “efecto sombra”, donde por más que esté al frente de la emisora no se recibe la señal o es defectuosa, no es problema de potencia, son condiciones geográficas. Esto lo deben tener en cuenta las comunidades, porque al darles las emisoras ellos deben sostenerla y mantenerla, entonces una emisora con una frecuencia muy grande es muy difícil de mantener. Esto es lo que nosotros les decimos a las en las capacitaciones, los costos y las responsabilidades que se deben asumir con las emisoras.
¿En qué consiste el programa de capacitación a las comunidades?
El programa se lo trabaja con el Ministerio de Cultura, se les hace unos cursos de formación en radio, los años pasado y ante pasado hicimos un diplomado en Cartagena donde se le enseñó producción y programación. Lo que está haciendo el programa “Comunidad Señal de Cultura y Diversidad” en volver a las comunidades operadores de radio.
¿Quién hace el seguimiento y control del programa?
El Ministerio de Comunicaciones y su Dirección de control y vigilancia, y la misma comunidad, siempre, al final, la comunidad es la que dice si la emisora está cumpliendo o no.
¿Cómo se garantizará la permanencia de estas emisoras indígenas?
Parte de los aportes que se dan en el programa, nosotros les pagamos la concesión, ésta se pagó por 10 años, y se les pagó el primer año de funcionamiento de esa licencia. Ellos tienen 10 años para que hagan la programación y para que la emisora se solidifique. La obligación de las comunidades es pagar las siguientes nueve anualidades. Si no pagan se les quita la licencia. Ellos saben que tiene que pagar, fue el compromiso que adquirieron cuando entraron a formar parte del programa, pero son emisoras de interés público y eso tiene sus ventajas, n es una emisora comercial.
¿Las emisoras indígenas están reglamentadas?
No están reglamentadas, porque no tendría sentido hacerlo. Los cabildos son entes públicos y existe la posibilidad de asignarle una emisora a un ente público. Se pueden reglamentar, pero son emisoras que deben prestar un interés para toda la comunidad, su asignación es pública, por eso tiene preferencia sobre cualquier otra comunidad. No hay ninguna otra comunidad a la que se le pueda asignar una frecuencia directamente, todas las otras deben participara en un concurso público, a las comunidades negras no se les puede asignar frecuencia porque no son entes públicos. Los indígenas tienen todas las preferencias posibles, pero si la quieren reglamentar, ¿no sé para qué?, no podría ser una emisora comercial, porque la emisora comercial debe pagar una concesión especial, la idea es que sea una emisora para el servicio de la comunidad.
Uno de los principales inconvenientes que señalaron algunos Congresistas indígenas sobre el tema de las emisoras, como es el caso del Senador Embera, Gerardo Jumy, y al Representante a la Cámara, el Guambiano, Lorenzo Almendra,, es que estas emisoras no tienen una reglamentación específica, dentro de los parámetros de la Ley, que esté acorde a la cosmovisión y cultura de los pueblos indígenas de Colombia.
Según el Senador Gerardo Jumy: “En materia de comunicaciones para pueblos indígenas se debe entrar en reglamentación, hay que reglamentar las emisoras indígenas que ahora están proliferando y llevando a los territorios, éstas no están acorde a las características, necesidades y problemas indígenas, su cobertura es muy baja en términos de potencia, no es suficiente con que dentro del paquete de emisoras comunitarias se instale un número de emisoras, primero porque no está claro el sostenimiento, el financiamiento de esas emisoras, y por que se necesitarían muchas emisoras como muy poca capacidad de sostenimiento”.
De igual forma coincidió el Representante a la Cámara, Lorenzo Almendra quien dijo que: “La reglamentación de las emisoras blancas no coincide con la cosmovisión indígena, por eso se debe reglamentar acorde con los parámetros, costumbres, tradiciones de los pueblos indígenas”.
Queda menos de un año para que entren en funcionamiento estas emisoras, sin embargo, la posición de Estado y de los Pueblos Indígenas aun seguirá en discusión. Los medios de comunicación pueden llegar a ser un arma de doble filo y las comunidades lo entienden así. Mientras tanto, ellas seguirán resistiendo a los embates de la guerra que desangra nuestro país, mediante el fortalecimiento de sus pueblos, su cultura, sus tradiciones y sus formas de organización.