La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) condena de la manera más enérgica los hechos lamentables en los que perdieron sus vidas aproximadamente 30 miembros del pueblo Tagaeri, entre hombres, mujeres y niños.
Según testimonios de dirigentes indígenas de la Organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana (ONAHE), detrás de este doloroso suceso estarían los intereses de explotadores de madera que invaden nuestros territorios sin que las autoridades civiles o militares tomen las medidas necesarias para impedirlo.
Situaciones de esta índole, crueles e irreparables, no son aisladas; todo lo contrario, se han dado periódicamente en la Amazonía ecuatoriana y en otros países de la Cuenca Amazónica como resultado de los intereses de explotadores y compañías madereras, petroleras, mineras, entre otras.
COICA, consciente que corresponde a los Estados nacionales velar para que la vida y nuestros derechos sean respetados en su totalidad, hace responsable a las autoridades y, en consecuencia, al Estado ecuatoriano de esta masacre que enluta a los Pueblos Indígenas de la Amazonía y del mundo y que ofenden la dignidad de todos aquellos que creemos en la democracia y en los derechos humanos.
Consciente también de que este crimen no puede quedar impune bajo ninguna circunstancia, COICA insta vehementemente al Gobierno del Presidente Lucio Gutiérrez para que conforme una comisión de alto nivel, de la que hagamos parte los Pueblos Indígenas, que investigue de manera imparcial estos hechos para que se sancione a los responsables.
Por su gravedad, informamos también que COICA pondrá en conocimiento y pedirá el seguimiento del Relator Especial de la ONU para los pueblos indígenas, del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, de la Comisión Interamericana para los Derechos Humanos, del Comisario Europeo para los Derechos Humanos y de toda la comunidad internacional.
Comisión indígena de alto nivel también analizará matanza
Por otro lado, la muerte de 16 indígenas del clan taromenane, en circunstancias todavía no esclarecidas, han perturbado la vida del pueblo Huaorani y ha convocado la atención de la opinión pública nacional e internacional.
Frente a la proliferación de versiones que afirman que la "venganza" sería el móvil del crimen, simplificando la complejidad de la vida de este pueblo y olvidando las múltiples presiones externas que mantienen estos grupos voluntariamente aislados, varias organizaciones indígenas han decidido conformar una comisión especial de alto nivel para impulsar una investigación a profundidad de estos acontecimientos y para establecer un mecanismo que facilite el diálogo entre las comunidades Huaorani.
Esta comisión, conformada por altos dirigentes de Coica, Conaie, Confeniae, Onhae y del Codenpe, mantuvo una primera reunión ayer miércoles 4 de junio del 2003 en la sede de la Organización de la Nacionalidad Huaorani en el Puyo.