Aunque los dirigentes de la ASI consideran que en un futuro es posible una alianza con el Polo Democrático, hoy han decidido mantenerse como expresión política independiente, en medio de una coyuntura política distinta ante la aprobación de la Reforma Política.
Precisamente a raíz de la reforma, decenas de expresiones políticas han tomado la decisión de confluir fuerzas para sacar adelante sus ideales y aspiraciones, y no quedar abocados a desaparecer, ante una posible pérdida de personería jurídica al no poder sobrepasar el umbral electoral del 2 por ciento establecido por la reforma. Es por eso que varios movimientos políticos independientes buscan aglutinarse en torno al Polo Democrático.
En medio de esta coyuntura, el pasado 14 de julio, en reunión de Dirección General, la Alianza Social Indígena decidió continuar su proceso político sin la necesidad de adherirse al Polo Democrático, movimiento que es reconocido por los dirigentes de la ASI como “un espacio amplio de participación social y política y de proyección como el Partido Alternativo del poder en Colombia”, y agregan que “nos sentimos vinculados y parte de este proceso y nos identificamos con los postulados de defensa del Estado social de derecho, del respeto por los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y de la autonomía nacional”.
Para ampliar un poco más éstos conceptos y razones políticas, Actualidad Étnica conversó con María Consuelo Montoya, Presidenta de la ASI, quien ratificó la autonomía, pero no descarta que para un futuro se presente la alianza y unión de fuerzas con el Polo.
¿Cuáles fueron las razones y motivos para que la ASI no se adhiriera al Polo Democrático?
La ASI viene participando con el Polo Democrático desde el lanzamiento mismo de la candidatura de Luis Eduardo Garzón. Nos sentimos partícipes de todo el proceso del Polo, sin embargo, en este momento optamos por no ingresar jurídicamente al Polo Democrático, básicamente por unas consideraciones de carácter de identidad, de un recorrido que la ASI ha hecho, también, porque por nuestros propios estatutos no es posible disolver de la manera tan rápida que se requería, y tres, porque la coyuntura misma nos hace pensar que es más productivo esperar un poco más para ingresar al Polo Democrático en un futuro. Frente a la primera parte, la gente establece que el trabajo y recorrido que ha hecho durante estos doce años, identifica a cada uno de sus integrantes o militantes de manera muy profunda con la ASI, los pueblos indígenas que hacen parte de la ASI y las organizaciones sociales no indígenas, y personas y ciudadanos no indígenas que también hacen parte, pues han hecho un recorrido que no es fácil tampoco de disolver y para hacerlo requeriríamos de una consulta de largo tiempo y de considerar muchos elementos, entre ellos, que los principios por los cuales ha trabajado la ASI se veían claramente plasmados en el Polo Democrático y ello conlleva a que todo el cúmulo de gente que hace parte hoy o que es representatividad de la ASI -tenemos 172 Concejales en el país, nueve diputados, diez alcaldes y dos Senadores-, sientan que existe uno puntos en común con el Polo. Entonces, en este momento, la Alianza, por todo el legado histórico que tiene, no es solamente un partido político sino una expresión social. Esto no es fácil de romper abruptamente. A nivel de los estatutos requeriría de una convención nacional y una aprobación de las dos terceras partes para poder hacer esa disolución. Sin embargo, lo que nosotros le presentamos al Polo, es nuestra posición de continuar el trabajo conjuntamente, en el sentido de apoyarnos en los espacios que nos sea propio y posible, de acuerdo a la realidad de cada localidad, y ofrecer nuestros espacios ya consolidados para que también el Polo pueda converger en ellos en la medida de las posibilidades.
¿Cuáles serían los puntos a favor o en contra de una posible alianza con el Polo?
Los puntos positivos son el espacio o la coyuntura que presenta la Reforma Política de consolidar un partido o movimiento alternativo en Colombia que permite unir a todos los grupos políticos pequeños -o de representación pequeña más bien-. Es una agrupación muy importante y muy interesante para el país. Los puntos negativos se basan en la coyuntura misma del país, lo rápido de la decisión, la carrera o el “acelere” que puede llegar a abortar. En el caso de la ASI era un riesgo muy alto abortar un trabajo muy largo y de resultados positivos, e incluso en este momento se requiere que muchos pueblos indígenas que no han ingresado en la esfera política lo puedan hacer. Nosotros esperamos poder consolidar eso, y en un futuro, llegar a una confluencia con el Polo.
¿Han pensado en la posibilidad de unir fuerzas con otras expresiones políticas indígenas, por ejemplo con el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO)?
En este momento, nosotros programamos y convocamos a los diferentes representantes como son los de AICO, con el Senador Francisco Rojas, y la idea es, cómo el Movimiento indígena de Colombia puede alcanzar una mayor concreción de su propuesta política. Algunas cosas se están dando. En las regiones las dinámicas son más enriquecedoras que la ubicación política que se tiene desde Bogotá. Entonces, la gente se vincula mutuamente y reconoce las fuerzas de manera espontánea. Por ejemplo en Nariño, hay muy buenas relaciones y hay propuestas conjuntas para trabajar con AICO y con otros sectores que pueden confluir en el Polo. En otras regiones, al contrario, se reconoce la hegemonía de la ASI, entonces, las diferentes organizaciones, incluyendo AICO se pliegan a eso, o al contrario, la ASI también reconoce que AICO tienen espacios ganados en otras regiones y se hacen las alianzas. Esto depende de las mismas relaciones que se hacen en las regiones, y esto hace que se llegue a acuerdos relativamente fácil.
¿Cuál es la posición de la ASI frente a la Reforma Política?
La Reforma Política que nos tiene es este momento en todo este “corre – corre” es una reforma de la cual aún no tenemos la conciencia de todo lo que va a pasar. Realmente no cambió todo lo que hubiéramos querido en términos de radicar costumbre políticas, de maquinarias y hegemonías, porque, en el fondo, lo que hace es consolidar fuerzas preponderantes y que existen, en este caso digamos que el Liberalismo y el Conservatismo tendrían una oportunidad grande de volver a ser hegemónicos, sin embargo también sabemos que estos dos partidos también se han dividido a extremo. Nosotros creemos que donde estamos tenemos una garantía, y es que son procesos que se han constituido con la gente, que la gente tiene mucha claridad de para qué está accediendo al poder. A nosotros no nos afecta la actual reforma, y no nos afecta en el sentido de que no tenemos que estar pensando –que si el umbral o la cifra repartida nos cubre o no- porque hay una ganancia, pero efectivamente en la gran mayoría del país no hay ni siquiera el conocimiento sobre el tema, y las repercusiones son altísimas porque dará como resultado la consolidación de los que han mandado en las dinámicas regionales y locales. Ese es un peligro muy grande, y pone a prueba en este momento la capacidad de coaliciones en torno a la identificación de propósitos, creo que eso es muy valioso. Pasarán muchos años para prever todos los resultados de lo que se está causando en este momento, hay muchísimo, muchísimo desconocimiento de esta reforma, no se sabe los impactos, y es un problema muy grande que el país siga legislando solamente para los medios de comunicación, y los medios de comunicación ni siquiera llegan a las regiones. No hay una práctica pedagógica política y no hay ni siquiera una consideración de lo que significa la diversidad del país, y en materia de reforma política es igual, porque se está legislando pensando que la política es como se ejerce en Bogotá, y el país es inversamente proporcional a Bogotá, en términos de la práctica y el conocimiento político.
¿Cuál es futuro político que le espera a la ASI?
Nosotros estamos proyectando que el trabajo que tenemos y hemos logrado se puede consolidar a futuro. Sí creemos que vale la pena una confluencia de las diferentes expresiones políticas indígenas en Colombia, e incluso de toda la proyección de las alternativas populares y sociales que tienen una práctica, una experiencia y un interés político en Colombia. Nosotros estamos pensando en ir más allá de la Circunscripción Especial Indígena que es una posibilidad, un espacio que se abrió valioso pero que de hecho ya se trascendió y que vale la pena seguir haciéndolo en esa mirada de crecer y proyectar el sentido de la multiculturalidad y la biodiversidad en el país, pero creo que no solamente es una palabra que muestra rostros diferentes, sino que muestra pensamientos, realidades regionales y expresiones sociales y políticas diferentes existente en el Colombia.