La primera vez que llegó la guerrilla al departamento del Vaupés fue en el año de 1982, procedente del Caquetá. Se ubicaron en Calamar, al sur del Guaviare, límite con Vaupés. En pleno apogeo de la coca llegaron buscando a un narcotraficante que tenía una finca en un caño ubicado entre Miraflores y Calamar. Este señor tenía pista de aterrizaje privada, compraba base de coca y cristalizaba, pero a los vendedores no les pagaba, y después de recibirla los mataba. Hacía lo mismo con los trabajadores después de varios meses de labores; los mandaba a cazar al monte, y detrás enviaba a unos señores a sueldo para matarlos.
Al escuchar ésto llegó la guerrilla, ejecutando al narcotraficante y asentándose allí. Fue el primer frente de la FARC, creando la primera zona de operaciones y teniendo presencia en toda la cabecera del río Vaupés, cubriendo Calamar, Barranquillita, Miraflores y Carurú. Para ir ganando confianza de los habitantes, ayudaban a trabajar en los días de labor de acción comunal. Compartían en las fiestas, no reclutaban, no cobraban impuesto de coca, pero el que quería contribuir por la causa era bien recibido. En esa época tenían apoyo económico de los países comunistas y profesaban todavía su filosofía.
El primer hostigamiento fue en el municipio de Miraflores en el año de 1984. En esa época habían llegado muchos indígenas del Vaupés en busca de fortuna, es decir, de raspachines. Muchos regresaron nuevamente a su sitio de origen que es Mitú y a sus alrededores.
En el mes de Mayo de 1984, al mando de un comandante, los jefes máximos ordenaron recorrer todo el río Vaupés, desde la cabecera, que es Unilla e Itilla río abajo, pasando por Mitú hasta Yavaraté, frontera con Brasil. Regresaron nuevamente por donde bajaron, pero al llegar a Mitú entraron por caño Cuduyarí hasta la cabecera en una comunidad llamada Wacurabá. De ahí cogieron varador hasta llegar a la cabecera del caño Querarí en la comunidad de Puerto LLeras, cogieron otro varador hasta llegar a Puerto Solano, caño Papunagua, que es límite con San José del Guaviare. Luego cogieron por río Papunagua abajo hasta morichal Inírida y nuevamente tomaron el río Inírida arriba y entraron por el río grande, llegando nuevamente a Calamar, con una duración de dos años haciendo estudios socioeconómicos, mapeo, estudiando el pensamiento indígena, viendo las organizaciones indígenas, autonomía y cultura. Otro grupo llegó al comienzo de 1985 al municipio de Mitú, ubicándose en la comunidad indígena cubea de Puerto Vaupés. En el año de 1986 cambian sus estrategias pacíficas de revolución, entrando y atacando militarmente a las poblaciones, eliminando a las personas no deseadas por ellos.
En junio del mismo año hacen el primer hostigamiento en Mitú, al comando de la policía, dejando un saldo de tres indígenas muertos. Posteriormente vienen asesinatos selectivos a colonos que vivían en la comunidad de las Bocas del Yi, quienes convivían con una indígena de esa comunidad. También secuestraron a un comerciante y lo desparecieron. También asesinaron a un colono cauchero que vivía hace tiempo y que tenía mucho familia oriunda de esta tierra.
Entre los años 1989 y 1991 se vivió un periodo relativamente de calma. En el año de 1992 vuelven a reaccionar, esta vez imponiendo su ley militarmente en las primeras poblaciones conquistadas como Calamar, Barranquillita, Miraflores (Guaviare) y Carurú.
En esa etapa cobran impuestos por cultivo y venta de coca, hacen intervención en las políticas electorales, eligiendo los candidatos y obligando a sufragar a los ciudadanos, controlan a las comunidades en sus actividades (orden en las fiestas, fijan hora de circulación de la gente y castigan si no cumplen las normas).
En una segunda etapa (1993) obligan a las comunidades a desplazarse, compran los predios o las chagras cocaleras, hacen reclutamiento forzoso de jóvenes y niños, construyen carretera de Calamar a Barranquillita con obreros voluntarios, construyen carretera de Barranquillita a Miraflores y entre 1995 y 1997 arreglan una pista de aterrizaje en Miraflores, también con trabajadores voluntarios. El cultivo y venta de coca pasa a sus manos.
Toma insurgente de Mitú
El Domingo primero de noviembre de 1998 a las 5.45 de la mañana comienza la toma de Mitú, donde entran aproximadamente mil guerrilleros contra 120 Policías, atacando el comando. A las diez de la mañana vencieron a la Policía. En el enfrentamiento murieron 16 policías, otros fueron secuestrados y cinco civiles resultaron muertos. Mientras que los aviones de guerra atacaban, un grupo de guerrilleros respondía para que no aterrizaran, otros abrían almacenes, licoreras durante esa tarde, lunes y martes, andando con los carros de la Policía, de la Alcaldía, de la Gobernación; también algunos habitantes ayudaron a saquear los almacenes.
Hasta el miércoles 4 de Noviembre a las 8 de la mañana aparecieron las fuerzas militares de la carretera Mitú – Monforth. Después de dos días de combate cayeron muchos guerrilleros y se restableció una relativa calma, aunque siguieron con hostigamientos por seis meses más, quedando la ciudad con tres barrios destruidos, destruyendo de paso 60 años de historia.
Entre los años de 1998 a 2003 en el alto Vaupés continuaron construyendo la carretera Miraflores - Carurú, usando maquinaria pesada como tractores, retroexcavadoras y otras. A diferencia de otras épocas, los trabajadores eran obligados por la guerrilla a laborar.
En el año 2001 especialmente de Carurú para abajo, la guerrilla comenzó a incentivar la producción agrícola de maíz, yuca, plátano, piña en sitios estratégicos como Yuruparí, Ñamú, Mandí y Pacú a cambio de cultivar 15 hectáreas de coca para ellos. Si no cumplían las órdenes, todos los niños y jóvenes serían llevados a las filas guerrilleras.
Un grupo de guerrilleros móviles llega a Carurú después de haber terminado la zona de despeje por el señor Andrés Pastrana, creando su centro de entrenamiento en Bacatí Arara en el alto Vaupés y en la actualidad hay otro centro de entrenamiento y operaciones en un lugar llamado PINDAIVA.
En este momento la guerrilla argumentan lo siguiente: se queda en el Vaupés cueste lo que cueste, reclutamiento forzoso, creación de laboratorios para la elaboración de coca, en las comunidades y en zonas estratégicas creadas por ellos, continuación en la construcción de la carretera para llegar a una comunidad en Brasil llamada Yacaré, intervenir en la política no dejando realizar las elecciones en las comunidades indígenas.
Por su parte el Estado, a través del Ministerio de Defensa, sostiene: que las fuerzas militares entrarán en los municipios de Miraflores, Carurú y Taraira, reclutamiento voluntario de indígenas presencia de las fuerzas militares en las comunidades indígenas de mayor población, sin violar los Derechos Humanos van a imponer la Ley.
Para las comunidades indígenas la presencia de los uniformados militares incomoda, porque no dejen desenvolver su vida cotidiana; engañan a las jóvenes indígenas diciendo que están enamorados y sacan información del enemigo, su resultado es un embarazo, problema con el otro bando y cuando hay relevo del personal quedan abandonadas. La guerrilla reúne a toda la comunidad para explicarle su filosofía de lucha, no dejan cazar animales, tienen que salir los indígenas con su permiso y a su regreso informar con quién se entrevistaron y qué dijeron.
Las guerrillas están abriendo carretera desde San José del Guaviare, pasando por el Vaupés, para llegar a la frontera con Brasil. Esta vía traerá colonización para el territorio indígena, sumado más vicios sociales. Llegarán los comerciantes comprando terrenos y desplazando a los indígenas a otros territorios.
Ante este suceso, los indígenas del Vaupés, que se han caracterizado por conservar su sistema cultural y ambiental ancestral, se dislocarán, perdiendo todos sus conocimientos de subsistencia y adquirirán nuevos formas de vida como la sedentarización, la propiedad privada, cambiarán las chagras por grandes hectáreas de montes tumbados para hacer fincas ganaderas y en consecuencia dentro poco tiempo se acabará la capa vegetal que por cierto la tiene muy delgada todo el suelo amazónico, dejando el suelo desértico.
Hay desplazamiento interno de los indígenas de una comunidad a otra comunidad, creando problemas alimentarios, porque la chagra que tenían para comer en un año al compartirla con otros hermanos termina en medio año. Cabe anotar que en la chagra se cultiva y se obtiene la yuca brava, con la cual se hace la fariña, el casabe, el almidón, la tapioca y en el monte cazan animales como fuente de proteína, que constituye su dieta básica.
Para conservar su propia lengua, costumbres, mitos y leyendas, las comunidades indígenas se están organizando para reclamar los derechos y deberes según la Constitución Nacional, pero los últimos gobiernos no le dan mucha importancia a estos artículos que tiene la Constitución para minorías étnicas y sólo están plasmadas en el papel.
Las comunidades indígenas tienen una forma de vida diferente a la sociedad mayoritaria que se condensa en un modo particular de ser y de actuar en el mundo, constituido a partir de valores, creencias y conocimientos (su propia cosmovisión) que de ser cancelado o suprimido induce a la desestabilización y a su eventual extinción.
* El nombre del autor ha sido cambiado para proteger su integridad