En alerta máxima se encuentran las comunidades indígenas del Chocó, ante la arremetida violenta del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia. La Organización Regional Emberá Waunaan (OREWA), no entiende cómo suceden este tipo de hechos, ante la mirada pasiva y permisiva de la Fuerza Pública, que incrementó su presencia en el río Atrato desde el 7 de mayo del presente año.

  

La OREWA denunció también que tras el secuestro masivo de 20 indígenas Emberás ocurrido el pasado 24 de septiembre, entre los que se encuentran 8 niños menores de 10 años, el grupo armado incrementó su presencia en los resguardos de Opogadó y Dubadó, municipio de Bojada. Las autoridades indígenas calculan que en la zona hay por lo menos 600 efectivos fuertemente armados.

 

“Los paramilitares han tomado a las comunidades indígenas como escudos humanos, pues a pesar de la insistencia de la comunidad y de las autoridades indígenas para que salgan de los poblados, no quieren hacer caso”, sostiene la OREWA, quien teme por posibles enfrentamientos entre las FARC EP y las AUC, quienes se disputan territorialmente la zona, que pongan en riesgo la vida de las comunidades indígenas y negras, que repitan acontecimientos lamentables como los ocurridos el 2 de mayo del 2002, cuando fueron masacrados 119 personas en Bellavista.

 

La OREWA exige de manera vehemente que los “paramilitares” y la insurgencia desalojen de forma inmediata los territorios indígenas, y que no se sigan enfrentando en medio de estas poblaciones.

 

De igual forma, solicitan al Gobierno Nacional que adopte las medidas necesarias que prevengan y eviten un trágico desenlace, teniendo en cuenta que desde el 7 de mayo el pie de fuerza fue aumentado en el río Atrato.

 

Por su parte, la organización solicitó a los organismos de control - Procuraduría General de la Nación y Defensoría del Pueblo – que intervengan para que cumplan sus responsabilidades en la protección de los ciudadanos colombianos.

 

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