La Organización Zonal Indígena del Putumayo (OZIP) denuncia el asesinato de dos indígenas, cuyos nombres aún no han sido establecidos, en el municipio de Puerto Guzmán, pertenecientes a los resguardos El Descanso y La Aguadita.
De acuerdo con Edilberto Secué, dirigente de la OZIP, la situación de derechos humanos en el departamento de Putumayo “es muy difícil, pues dos buses de servicio público han sido quemados y las comunicaciones con Puerto Guzmán no existen, pues solo hay dos teléfonos”.
Además, a raíz de la detención del Vicepresidente de la organización, Arcadio Mutumbajoy, y de 30 indígenas más, las comunidades indígenas se sienten amenazadas, pues perciben que se ha desatado una cacería de brujas por parte de las Fuerzas Militares que los sindica como colaboradores de la insurgencia.
De acuerdo con el testimonio de un asesor indígena que estuvo trabajando para una ONG’s hasta hace unas pocas semanas, la situación del departamento tiende a agudizarse, “ya que los territorios indígenas están ubicados en zonas donde los límites entre un actor y otro no son muy definidos, son territorios donde pueden confluir fácilmente FFMM, AUC y FARC. ¿Qué hace, entonces, una comunidad cuando llega un bando, armado hasta los dientes, y toma la decisión de acampar en el resguardo? ¿Qué hace esa comunidad cuando al día siguiente llega el otro bando y los señala de colaboradores porque dejan dormir en su territorio a los otros? Es una presión muy fuerte por todos los lados”