Una denuncia desesperada elevó en las ultimas horas el Consejo Regional Indígena de Caldas (CRIDEC), ante la desaparición Miguel Antonio Durán Mora, 49 años, y su hija Maria Luz Dary Reyez, 20 años, pertenecientes a la Comunidad de Las Minas, resguardo de Nuestra Señora Candelaria de la Montaña, jurisdicción del municipio de Riosucio, acontecida el pasado jueves 29 de febrero.
Los hechos ocurrieron cuando los indígenas se desplazaban de su casa, Comunidad Las Minas, a la comunidad de Cábarga a realizar venta de mercancía: “Luego, no se supo nada más de ellos, ni su familia, ni la organización indígena conocen su paradero”.
Antonio Durán se ha desempeñado en varios cargos al interior del cabildo al que pertenece, y según el CRIDEC, no se conocían amenazas en su contra.
Las comunidades indígenas del departamento de Caldas han sido fuertemente golpeadas por el conflicto armado, que en ultimo año cobró la vida de 4 líderes indígenas en un atentado -ocurrido el 8 de junio- en la carretera que de Riosucio comunica con el municipio de La Herradura, y el cual dejó a cuatro indígenas más al borde de la muerte. Este hecho generó una de las manifestaciones más grandes del país, cuando marcharon cerca de seis mil personas en resistencia pacífica rechazando estos hechos de sangre.