Santander de Quilichao – Cauca – Colombia
“Con nuestros corazones, seguiremos tejiendo la palabra del grito de resistencia en defensa de la vida, el territorio y de nuestra posición política frente al conflicto”.
Las agresiones a los derechos humanos por parte del Ejercito Nacional se tornan sistemáticas. Por lo menos así lo denunció hace pocas horas la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), cuyas comunidades, además, se encuentran acorraladas por los actores armados ilegales.
Los hechos sucedieron el pasado lunes 5 de abril, cuentan los Nasa, cuando Luis Hubert Ñuscue, Claudia Escue, Clímaco Ul y Aparicio Ñuscue, encontrándose a la 1 de la madrugada a orillas del Rió Isabelilla en la verdad Natala, realizando una ritual propio (espacio espiritual y sagrado de equilibrio y armonía del pueblo Nasa), fueron sorprendidos por miembros del Batallón Pichincha quienes abrieron fuego indiscriminado contra ellos y desgraciadamente 2 proyectiles fueron a para al cuerpo del comunero Aparicio Ñuscue, sindicando a los que se encontraban con él de “guerrilleros”
De igual manera, continua la denuncia, dos semanas atrás de lo ocurrido la comunidad y el cabildo rescato en la Vereda Barondillo, Resguardo de Jambaló, al joven Hernán Alonso Grijalba Villano, residente de Santander de Quilichao, quien había sido retenido por la guerrilla en el poblado de San Francisco, sindicado como colaborador de la Policía y de ser paramilitar. “Estas acusaciones fueron desvirtuadas en el proceso de aclaración e investigación de los cabildos y luego en asamblea de las Cabildos Indígenas fue entregado a sus familiares y Personería Municipal Santander de Quilichao el dos de abril”.
El día 27 de marzo, la guerrilla retuvo a 4 delegados de las Naciones Unidas que habían sido invitados por la organización indígena, igualmente por la acción inmediata de la comunidad, los cabildos y la guardia indígena fueron liberados.
”Estos actos de violencia, intimidación y muerte, perpetrados por los actores en conflicto son la consecuencia de la política de “SEGURIDAD DEMOCRATICA” del presidente Álvaro Uribe Vélez, tal como se lo advertimos en la carta que le fue entregada personal y públicamente el 15 de Diciembre pasado en Popayán y como se lo hemos manifestado en nuestras denuncias, comunicados y pronunciamientos a la guerrilla que vulneran la Organización Indígena, violan claros preceptos del Derecho Internacional Humanitario contribuyendo con esto a aumentar la angustia y zozobra en la comunidad terminando de agravar de manera notoria la difícil situación que viven las comunidades indígenas en nuestros Territorios Ancestrales. De igual manera expresamos que este caso será judicializado según nuestros usos y costumbres”.
De esta forma, la ACIN hizo un llamado urgente a los organismos defensores de Derechos Humanos del orden Nacional e Internacional, a la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, organizaciones indígenas y demás movimientos populares para que se realice un seguimiento, monitoreo y evaluación de las actuaciones de los actores en conflicto armado.
Las comunidades indígenas del norte del Cauca fueron protagonistas de uno de los hechos políticos más importantes para el movimiento indígena como lo fue el juicio de responsabilidades – el pasado 19 de febrero en Bodega Alta-, al teniente coronel Juan Vicente Trujillo, comandante del Batallón de Infantería No. 8 “Héroes de Pichincha” por el asesinato, a manos de militares a su mando, del comunero Olmedo Ul, quien resultó muerto, el pasado 31 de diciembre de 2003, por el impacto de proyectiles de fusil disparados segundos después de haber pasado en una motocicleta por un retén militar.