El exterminio de la etnia kankuama, pueblo ancestral de la Sierra Nevada de Santa Marta, se trasladó a Bogotá. Así lo confirma la denuncia hecha por el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” ante un atentado contra dirigentes indígenas desplazados en la capital. 

 

Este lamentable hecho ocurrió contra el líder kankuamo, Gilberto Arlán Ariza, quien el pasado martes dos de marzo, a eso de las 6: 30 de la tarde, recibió la macabra visita de un grupo de seis personas armadas, quienes llegaron a su casa ubicada en le barrio 7 de Agosto y dispararon contra la puerta. Seguidamente entraron a la residencia y preguntaron por “los indios” y por el paradero de Gilberto. Luego golpearon a una mujer indígena Wayuú, que se encontraba allí con sus niños. 

 

Según el Colectivo, el primero de marzo se había conocido un plan para asesinar a los kankuamos desplazados en la Capital, como represalia a las denuncias y acciones judiciales generadas a raíz de las mismas, presentadas ante las autoridades nacionales e internacionales competentes en el tema de derechos humanos.

 

Para Luis Evelis Andrade, presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), “este hecho es muy grave para el movimiento indígena ya que el pueblo kankuamo se encuentra con Medidas Cautelares, y es a partir de ellas que se han aumentado los casos de violaciones a los derechos humanos de esta comunidad, por tal motivo, el Estado sigue siendo el principal responsable”.

 

Entre el 15 y 29 de octubre de 2003, siete indígenas kankuamo fueron asesinados por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la Sierra Nevada de Santa Marta. El 23 de noviembre fue desaparecido el kankuamo Rafael Arias Maestre y degollado otro indígena, William Pacheco Arias, en el sitio Los Caminos de Calerio. 

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