Riohacha - Guajira - Colombia

Escapándole a la muerte, decenas de familias indígenas de la etnia Wiwa que habitan en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, en límites con el departamento de La Guajira, decidieron abandonar sus casas, pertenencias, cultivos y animales ante la fuerte arremetida militar y psicológica que desde hace más de tres meses, grupos de autodefensa vienen adelantando en la zona.

 

Luego de varias horas de camino por la Sierra, los nativos llegaron hasta el municipio de Dibulla donde permanecen hasta hoy en condiciones precarias de salud, alimentación y vivienda.

 

Indígenas de la zona declararon a medios locales que esa región se está llenando de paramilitares y que las poblaciones nativas están siendo acusadas de ser auxiliadores de las guerrillas. "Allá hay mucho paraco y se está llenado de ellos. Se dice que van a acabar con nosotros allá".

 

Según la organización Wiwa, a la zona se desplazó una Comisión Humanitaria conformada por la Defensoría del Pueblo, la Secretaría de Salud, la Red de Solidaridad Social, Bienestar Familiar, entre otras instituciones del orden regional, quienes han llevado comida, ropa y provisiones a los desplazados.

 

Por otro lado, las autoridades locales de Dibulla habilitaron varias sedes públicas para atender la creciente emergencia humanitaria.

 

La alcaldesa local, Silvia Ospino, hizo un llamado urgente a las entidades gubernamentales departamentales y nacionales para que se pongan al frente de esta situación. "Se habló con el gobernador, el secretario de gobierno, la Defensa Civil y la Cruz Roja Internacional para que se pongan al frente de este problema humanitario".

 

Por su parte, el Presidente de la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC), Luis Evelis Andrade, dijo a Actualidad Étnica que: "Es una situación alarmante, en especial porque se mantienen las Medidas Cautelares para los indígenas de la Sierra, sin que hasta ahora estas hayan sido respetadas". 

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