12 indígenas de la etnia wayuú asesinados y más de 30 desaparecidos es el saldo parcial que deja una incursión de un grupo de autodefensa a la alta Guajira, ubicada en la parte norte del país. Las acciones han provocado el desplazamiento de por lo menos 580 personas.
Al parecer los hechos se registraron el pasado 18 de abril, cuando a la comunidad indígena, asentada en bahía Portete, arribó el grupo armado intimidando a la población. Según los primeros relatos, se inició un carrusel de muerte que incluye la desaparición de 30 personas – buena parte de ellas menores de edad – torturas, violaciones a mujeres y niñas, muerte de animales, destrucción de cultivos y destrucción de sitios simbólicos y/o ancestrales, como es el caso de los cementerios.
“Fueron torturados, violados y picados. Estamos preocupados por encontrar a nuestros hijos desaparecidos, de quienes no sabemos si están muertos o vivos. Algunas versiones dicen que a los niños los quemaron”, indican algunos testimonios recogidos por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
En la comunidad, perteneciente al resguardo de la alta y media Guajira donde vivían poco más de 580 personas pertenecientes a distintos clanes, han sido encontrados partes desmembradas de algunas de las víctimas
Las comunidades solicitan se conforme una comisión de verificación que se traslade a la zona, donde, al parecer, no ha habido presencia de las autoridades, por lo que hasta el momento no hay denuncia formal ni acta de defunción de los muertos.
Al respecto, el gobernador de la Guajira, José Luis González Crespo, manifestó que se está coordinado un equipo integrado por la policía, el CTI de la Fiscalía y la alcaldía de Uribia para llegar hasta la zona.
“Es muy grave lo que está pasando en la alta Guajira. La gente desplazada que sigue llegando a Uribia tiene mucho miedo. Miedo, además, por denunciar los hechos ocurrido en bahía Portete ante posibles represalias”, indicó el funcionario en una rueda de prensa.