Más de 250 organizaciones indígenas de todo el mundo expresaron su voz de aliento y apoyo a los representantes indígenas que el día 29 de noviembre decidieron adelantar una huelga de hambre en la sede de Naciones Unidas en la ciudad de Ginebra.
Para las organizaciones la huelga de hambre tiene su razón de ser, ante la actitud de algunos Estados que han dilatado la adopción de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la Subcomisión de trabajo en 1994.
De igual forma, las organizaciones rechazaron el intento de desalojo promovido por la Federación Rusa y la obstaculización para que los representantes indígenas pudieran adelantar rituales espirituales.
Finalmente, las organizaciones se comprometieron a adelantar acciones con sus respectivos gobiernos, para que ellos demanden el respeto a los huelguistas.