Un muerto y dos personas heridas es el saldo que dejó el enfrentamiento entre los seguidores del gobernador electo del cabildo de Ipiales, departamento de Nariño, Wilson Morales, integrantes del partido opositor liderados por Cornelio Inagán y miembros de la policía, ocurrido el pasado domingo 16 de enero.  

 

 

Los hechos, sucedidos en medio de la posesión oficial del gobernador Morales, reflejan una profunda crisis que desde hace más de un año mantiene divididos a los nativos en el sur del país.

 

Pasado el medio día del domingo un grupo de indígenas trataron de tomarse a la fuerza la sede de la Casa Cabildo de Ipiales. En ese momento intervinieron agentes antimotines de la Policía, que por más de dos horas trataron de controlar el enfrentamiento que protagonizaron unos 2 mil indígenas en la vía Panamericana.

  

En medio de los enfrentamientos perdió la vida Segundo Manuel Yasan y resultaran heridos Marta Pantoja de 32 años y Ramón Mueses de 33 años.

 

El comandante del Segundo Distrito de Policía de Ipiales, Arid Danilo Walteros aseguró que si la presencia de la Policía no hubiera sido oportuna, el número de muertos hubiese sido mayor y enfatizó que los líderes indígenas deben recapacitar con su actuación frente a sus seguidores y que la institución mantendrá una vigilancia especial en el sector.

 

Los seguidores de Cornelio Inagán afirman que ellos quisieron entrar al despacho del cabildo con el fin de participar en temas relacionados con la EPS I Guaítara y que la guardia indígena de Wilson Morales los recibió con "látigo". Añaden que la Policía también los atacó y que varios agentes abrieron fuego contra ellos matando a Segundo Manuel Yasan, e hiriendo a otras dos personas.

 

Por su parte, los seguidores de Wilson Morales afirman que desde el inicio de los actos protocolarios de posesión del gobernador electo en la casa del cabildo, los manifestantes llegaron armados, ebrios y descontrolados, atacando y destruyendo todo lo que se les cruzaba en el camino y fue eso lo que motivó a llamar a la Policía.

 

Yazán de La Cruz, destacado líder comunal, tenía 44 años de edad y dejó 3 hijos huérfanos. Su esposa, Rosalba Lima, dijo que al medio día Manuel asistía al sitio denominado La Merced, donde se llevaba a cabo una reunión citada por Cornelio Inagán, lugar en el que se discutía el tema de la empresa Guaítara. En el encuentro se eligió una comitiva integrada por ocho indígenas, los cuales intervendrían en la reunión que simultáneamente realizaba Wilson Morales en la casa del cabildo sobre el mismo tema.

 

Añadió que aproximadamente a la 1 p.m. la comisión salió rumbo a la casa del cabildo. Minutos más tarde ella se enteró que alrededor de unos 100 guardias indígenas de Wilson Morales habían arremetido en contra de los ocho delegados, entre ellos Manuel Antonio.

 

Según relató Rosalba, en momentos en que la Policía intervino: “varios indígenas vieron cuando un agente de Policía de tez morena hizo disparos al aire, pero desafortunadamente uno de los tiros acabó con la vida de Manuel Antonio. Agregó que en ese momento los agentes le quitaron el arma a su compañero, parte del uniforme y lo resguardaron”.

  

Hasta el momento los confusos hechos son materia de investigación, y los indígenas esperan que este crimen sea aclarado y su responsable ajusticiado.

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