Los bombardeos, denunciados por la Corporación Jurídica Libertad,  se registraron el día 22 de febrero por parte de helicópteros de la Fuerza Aérea, y afectaron a las comunidades Bellavista, Alto Bonito y Bueno Aires (Antioquia), donde se asientan más de 200 campesinos afrocolombianos.  

 

 

 

Al parecer los bombardeos estuvieron acompañados de atropellos y vulneración de derechos que comprometen a algunos miembros de la comunidad de paz de San José de Apartadó. En tal sentido, la Corporación registra los siguientes hechos:

 

  • El día 21 de febrero  fueron detenidos sin orden judicial Alirio Cartagena y Dumar Areiza, quienes fueron señalados como guerrilleros, interrogados en la comandancia del municipio de Apartadó – donde se les preguntó por líderes de la comunidad de paz – y liberados con posterioridad,  advirtiéndoles que los seguirían investigando.  
  • El día 20 de febrero el ejército llego a la vereda las Nieves, ubicada a cuatro horas de San José, dos horas más tarde entró disparando a la casa de la señora Gladys Guzmán Palacios, quien se encontraba con su hija Diana Marcela Guzmán Palacios, cuatro años.  Allí se encontraba de visita el papá de la menor. En los disparos que realizó el ejército dentro de la casa resultó muerto el progenitor de la menor Diana, quien era señalado de pertenecer a las milicias de las FARC EP. También resultó herida la menor, quien se encuentra internada en el hospital de Apartadó.  
  • El día 19 de febrero fue detenido en Apartadó por integrantes de la policía Norbey Sepúlveda, perteneciente a la Comunidad de Paz, quien se desplazó con el propósito de comprar una droga para su compañera, a punto de dar a luz. “Fue llevado la estación de policía, allí lo insultaron por vivir en la vereda La Unión y por ser integrante de la Comunidad de Paz. En el lugar se encontraba el señor Wilmar Durango vestido de policía y armado. El señor Wilmar Durango ha sido denunciado en múltiples ocasiones por amenazas y actos que a nombre de los paramilitares ha realizado en contra de integrantes de la Comunidad de Paz. Norbey fue dejado en libertad hacia las 12 p.m. después de haber sido amenazarlo para que no volviera a Apartadó”.  

“Todos estos hechos nuevamente demuestran las acciones de terror y de persecución por parte de la Fuerza Publica contra de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, igualmente las infracciones de la guerrilla al Derecho Internacional Humanitario al ubicarse en casas de la población civil. Tememos por la vida de los miembros de la comunidad y sus líderes, que son detenidos y amenazados, así mismo por la vida de cientos de personas en las veredas ante bombardeos indiscriminados que se vienen adelantando. De igual forma la Comunidad de Paz deja constancia histórica ante la evidencia del nexo existente entre los grupos paramilitares y la fuerza publica, el cual nuevamente se evidencia con el caso del señor Wilmar Durango”. 

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