A tres años y dos meses de cárcel fueron condenados por discriminación racial, los cinco agresores de la Premio Nóbel de Paz, Rigoberto Menchú, que en octubre de 2003, durante una audiencia pública, abordaron a la líder indígena con insultos racistas y la maltrataron físicamente.

 

El fallo histórico, emitido por una corte de Guatemala contra cuatro mujeres y un hombre, miembros del partido opositor Frente Republicano de Guatemala, entre ellos Juan Carlos Ríos, nieto del ex dictador Ríos Montt, así como la diputada al Parlamento Centroamericano, Ana Cristina López, contempla además el pago individual de una multa por 400 dólares. 

 

Sin embargo, los sentenciados a 1.115 días de cárcel podrán evitar ir tras las rejas, si pagan diez dólares por cada día de condena.  

 

Este juicio que duró un mes, analizó los incidentes ocurridos en octubre de 2003 durante una audiencia pública en contra de la inscripción de la candidatura presidencial del ex dictador Efraín Ríos Montt, aprobada por cuatro Magistrados de la Corte Constitucional de ese país centroamericano.

 

Sobre le particular, Rigoberto Menchú aseguraba: "Siento vergüenza por este país, por esa gente, por un partido de violencia y del crimen organizado y porque un genocida (Ríos Montt) todavía tiene poder para organizar pandillas en un alto tribunal ".

 

“La sentencia no es suficiente para desterrar la discriminación racial, pero creo que ha abierto un espacio para la reflexión, porque a partir de ahora la gente que acostumbra discriminar a los indígenas por considerarse superior a éstos, va a pensar sus palabras antes de expresarlas”, dijo Benito Morales, abogado indígena que representó a Menchú en el proceso judicial.

  

Agregó además que: “Al impulsar este juicio no pretendíamos que los acusados se fueran años a la cárcel, sino sentar un precedente jurídico y social para que las actitudes de las personas racistas empiecen a cambiar”.

 

Por su parte, la Defensoría Maya concluyó que: “Es necesario seguir combatiendo el racismo y discriminación a nivel social, pero es urgente también que las instituciones que velan por los derechos humanos y derechos del pueblo Maya y Pueblos Indígenas, demos otros paso: el juicio contra las empresas privadas que tienen como arraigo el racismo laboral, el derecho al libre acceso a lugares públicos, y otros actos”.

  

"La necesidad de combatir la discriminación en todas sus expresiones"

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