Al entrar en un campo de lanzamiento de granadas del Ejército en San José de Guaviare, departamento del Guaviare, seis niños y una mujer de la etnia Guayabero resultaron gravemente heridos por la detonación de un artefacto explosivo que hallaron en su camino.
Este lamentable hecho, sucedido el pasado lunes 16 de mayo en la pista de lanzamiento de granadas de la base militar de Barrancón, mantiene a dos menores y a la mujer en el Hospital de Kennedy de Bogotá, por las graves lesiones que sufrieron por la explosión.
De acuerdo con el parte médico, Abel DÃaz de 5 años, quien se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de PediatrÃa: “aunque estable, tiene comprometido el 50% de su cuerpo por quemaduras y heridas múltiples en los miembros superiores e inferiores, por artefacto explosivo, lo que implica compromisos abdominal, fracturas y abrasión de pielâ€, mientras Ediver Valencia presenta: “traumas múltiples y fractura de la orbita izquierdaâ€.
La situación más grave la vive Nubia DÃas de 19 años, a quien se le practico: “reconstrucción facial, tiene compromiso ocular, quemaduras múltiples, fractura abierta en uno de sus miembros, y amputación de sus miembros superiores. Por el compromiso de las quemaduras requiere atención especifica en una unidad de quemadosâ€.
La explosión también dejó heridos de menor gravedad a los indÃgenas Elver DÃaz de 7 años, Liko Molina de tan solo 3 meses, Elvia Pérez de 11 años y Jaime Pérez de 9 años.
Ese fatÃdico lunes, los indÃgenas entraron a la base militar a recoger vainillas y colas de granadas para vender como chatarra, sin imaginar que una de ellas pudiera estallar.
El general Reinaldo Castellanos calificó el hecho como lamentable y aseguró que el responsable de la unidad castrense ha advertido de forma reiterada a los indÃgenas del riesgo de ingresar en el lugar, por ser zona de entrenamiento y ejercicios militares.
Por su parte, la Organización Nacional IndÃgena de Colombia (ONIC), solicitó a los Organismo defensores de Derechos Humanos y a las Naciones Unidas hacerle seguimiento a estos hechos, “que violan y afectan directamente a la población civil. “Seguiremos sembrando semillas de paz en nuestros territorios, resistiremos de acuerdo a nuestras leyes de origen†ratificó el presidente de la ONIC, Luis Evelis Andrade Casama.