En oposición a la violencia generada por el conflicto armado y al abandono estatal, surgieron en Colombia diversas iniciativas de paz propuestas por indígenas, comunidades negras, campesinos y organizaciones de mujeres, entre otras, que buscan reafirmar su autonomía y procesos de desarrollo, como una forma de hacerle frente al marcado conflicto social, político y económico que se vive en todas las regiones del país.

 

Así lo dieron a conocer representantes y líderes comunitarios durante el Foro ‘Iniciativas de Paz: una lógica de vida’, convocado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Embajada de Suiza, el Programa Suizo para la Promoción de la Paz en Colombia (SUIPPCOL) y la Comisión de Conciliación Nacional, con el auspicio del Instituto de Estudios Sociales y Culturales PENSAR y la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.  

 

En este evento se hicieron presentes un Programa de Desarrollo y Paz, el de Oriente Antioqueño; una Comunidad de Paz, la del Cacarica en el Chocó; una Asamblea Constituyente, la de Mogotes en Santander; un proceso de resistencia civil y autonomía territorial, el  Proyecto NASA de los indígenas del Cauca; y un trabajo de mujeres por la paz, la Asociación de Mujeres Organizadas del Oriente Antioqueño.

 

Esta organizaciones resaltaron el hecho de que sus orígenes fueron marcados por el conflicto armado que atraviesa el país hace más de 50 años, por los miles de muertos: niños, mujeres, hombres, ancianos, lideres comunitarios que ha cobrado la guerra, los desplazamientos forzados y el deterioro de las condiciones de vida por la falta de inversión social; por la destrucción del medio ambiente a causa de los megaproyectos y la pobreza generada ante la expropiación ilegal de sus territorios. 

 

Sin embargo, “creemos en el diálogo para resolver todos estos conflictos y que la salida a esta guerra es política”, aseguraron los líderes comunitarios presentas en el Foro.

 

A pesar del desconocimiento generalizado de las iniciativas de paz, muchas de estas experiencias comunitarias han hecho resistencia durante más de una década, generando en sus territorios procesos de desarrollo social con los Planes de Vida, una mayor convivencia pacífica y el respeto por los derechos humanos.

 

Durante el evento, las organizaciones ratificaron su intención de permanecer al margen del conflicto armado, exigiendo a sus actores, el respeto por estas iniciativas de paz y por los territorios y comunidades donde se desarrollan.

 

Así mismo, se hizo visible la necesidad de que esta lógica de vida se expanda a todas las regiones del país, “y que conformemos una red de iniciativas de paz, porque creemos que la única salida al conflicto social y político del país, no puede ser la guerra”.

 

“Necesitamos multiplicar estas experiencias, mediante alianzas locales y nacionales, pero para lograrlo, se debe empezar desde las bases sociales, mejorando el acceso a la educación de nuestras comunidades, y ante todo, el deseo de cambiar este país”, ratificaron los líderes comunitarios.

 

Finalmente, se hizo un llamado al gobierno nacional a que respalde estas iniciativas de paz, y se busque una salida inmediata, mediante el diálogo, al conflicto armado.
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