Tres indígenas heridos deja una acción militar ocurrida el pasado 20 de febrero, cuando miembros de la fuerza pública adscritos al batallón Pichincha, en respuesta a un hostigamiento por parte de las FARC EP, la emprendió contra la población del municipio de Toribío, departamento del Cauca.

 

De acuerdo con la Asociación de Cabildos del Norte del Cauca (ACIN), ese día los insurgentes hostigaron una patrulla del Ejército que adelantaba un retén en la vía que de Toribío conduce a Tacueyó. En las acciones dos soldados quedaron heridos. Luego del hostigamiento, los soldados arribaron al centro de Tacueyó, deteniendo a tiros un carro que transportaba pasajeros.

 

Los disparos provocaron heridas a Raúl Silva Ipía, un indígena de 33 años y miembro de la Guardia Indígena, “que se encontraba prestando servicio cerca al sitio donde el capitán arremetió a tiros el vehículo”; la señora Gabriela Mesa, que presenta una herida a la altura del labio, y la menor Tatiana Rivera, herida en el estómago productos de las esquirlas. La Asociación también denuncia como el señor Carlos Taquinás fue amenazado y golpeado sin ningún motivo.

 

Para la ACIN la principal molestia está en la arbitrariedad que encierra la reacción de los soldados, puesto que las agresiones contra la población indígena en nada se relacionaba con el hostigamiento de que fue víctima la patrulla militar.

 

Es por ello que la ACIN exigió a los altos mandos militares revisar el accionar de sus miembros, sobre todo a los que están dentro de los territorios ancestrales. De igual forma, convocaron a todos los organismos de derechos humanos, a la oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, a la Defensoría del Pueblo y a las demás instancias  gubernamentales para que se pronuncien frente a una agresión que inaudita.

 

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