La Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC- manifestó su desacuerdo frente a los resultados de las consultorías contratadas por el Consejo Superior de la Judicatura en el marco del Proyecto de “Apoyo a la coordinacion entre la Jurisdicción Especial indígena y el Sistema Judicial nacional”. En la constitución del 91 se estableció en el artículo 246 la potestad de las autoridades indigenas para ejercer funciones jurisdiccionales en sus territorios de conformidad a sus propias normas y procedimientos y dejó en manos del Congreso la tarea de establecer los mecanismos de coordinacion de esta jurisdicción especial con el sistema judicial nacional.

 

Desde hace mas de un año y a instancias de un apoyo del Banco interamericano de Desarrollo, se iniciaron una serie de acciones tendientes a buscar la coordinacion de ambos sistemas. Las labores de coordinacion de dicho proyecto recayeron en el Consejo Superior de la judicatura, que realizó varios eventos de reflexión, en los cuales participaron expertos en ambas jurisdicciones y lideres indigenas de diferentes etnias, incluyendo a los senadores indigenas.

 

En el marco de dicho proyecto se contrataron varias consultorías, una con la entidad Geoespatial, otra con la Fundación ORTEGA Y GACETT Y una tercera con la Universidad Nacional de Colombia. Los resultados de dichas consultorías fueron entregados en un Taller nacional realizado los días 12, 13 y 14 de abril en la ciudad de Bogotá. Los mismos fueron objeto de un amplio debate por parte de los líderes indigenas asistentes al evento, quienes expresaron duras críticas para algunos de los estudios presentados.

 

Para los indigenas, sigue siendo preocupante las múltiples “agresiones externas que conllevan el desconocimiento de la Autoridad indígena minimizando la Autonomía de los Pueblos, con propósito de aniquilar los procesos de resistencia política y cultural de los indígenas”. En su manifiesto, expresan que “los sistemas jurídicos propios no se remonta a las consideraciones retóricas del desarrollo constitucional de 1991; sino que obedece a unos principios culturales y milenarios ligados a la cosmovisión de cada pueblo en particular, la cual responde a un sistema de autoridad y control social de acuerdo a los usos y costumbres de cada pueblo”.

 

Desde este punto de vista, señalan los indigenas que “el desarrollo del programa de “Apoyo a la coordinación de la Jurisdicción Especial Indígena y el Sistema Judicial Nacional”, debe recoger las particularidades de cada uno de los Pueblos Indígenas del País; en este sentido los instrumentos técnicos como la elaboración del Atlas de la Jurisdicción Especial Indígena, y el Sistema de registro, seguimiento y descripción estadística de las normas y procedimientos en la Jurisdicción Especial Indígena, a raíz de que se implantaron sin consultar a los Pueblos Indígenas resultan deficientes e inconsistentes en la información, que antes de fortalecer y reconocer la jurisdicción indígena, lo que apuntan es ha caracterizar, estandarizar, cuantificar y codificar el Derecho y la Jurisdicción propia; además de vulnerar nuestra autonomía y unidad”.

 

Con respecto al informe sobre la consultoría de Recopilación de fallos judiciales, aunque lo consideran aceptable, manifiestan su preocupación por las interpretaciones subjetivas que realizan las altas Cortes al tratan de individualizar a los indígenas, lo cual no corresponde a nuestra visión colectiva de la integralidad.

 

Para subsanar los errores cometidos los indigenas proponen reajustar los instrumentos técnicos del sistema de Registro y del Atlas de la Jurisdicción Especial Indígena, para lo cual proponen que dicha labor de actualización la realice directamente la ONIC y con recursos del Presupuesto Nacional.

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