Este movimiento surgió del Segundo Encuentro Nacional de VÃctimas de crÃmenes contra la humanidad y genocidio, que contó con la presencia de más de 800 delegados de organizaciones que han sufrido graves violaciones a los derechos humanos o procesos de exterminio. Entre sus integrantes figuran miembros de comunidades indÃgenas y Afrocolombianos, sindicalistas, mujeres vÃctimas del desplazamiento forzado, familiares de detenidos «desaparecidos», sobrevivientes de la extinta Unión Patriótica, etc.
Michael Frühling, Director de la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, señaló en la instalación del evento que: «la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y su oficina en Colombia han estado, están y estarán siempre al lado de las vÃctimas. Por ello, en cumplimiento de las funciones propias de su mandato han advertido reiteradamente, durante los últimos años, que los procesos de negociaciones para superar el conflicto armado interno deben siempre estar fundados en la verdad, la justicia y la reparación. sin la verdad no puede haber justicia. sin la justicia no puede haber reparación. sin verdad, justicia y reparación son imposibles el establecimiento de la paz y el logro de la reconciliación nacional».
Tras señalar que la Ley de justicia y paz no respeta los derechos esenciales de
las vÃctimas a la verdad, la justicia y la reparación, porque “no permite el esclarecimiento de la responsabilidad del Estado en la conformación y afianzamiento de los grupos paramilitaresâ€, ni garantiza que se impedirá la ampliación de su control al resto del territorio nacional y del mismo poder legislativo, los delegados consideraron que esta ley “legaliza la impunidadâ€, al tiempo que anunciaron que realizarán acciones jurÃdicas y polÃticas para buscar su derogación. También iniciarán procesos judiciales que garanticen el enjuiciamiento de los autores de crÃmenes de lesa humanidad.
Al respecto, anunciaron la creación de una Comisión Internacional de Observación del avance del fenómeno del paramilitarismo en Colombia y de la impunidad que pueda generar la ley aprobada recientemente por el Congreso. Dicha comisión estará integrada por personalidades de Estados Unidos y Europa y delegadas de las Madres de la Plaza de Mayo y de la FIIDH.