La Comisión Interamericana de Derecho Humanos de la OEA (CIDH) conminó al Estado colombiano a adoptar Medidas Cautelares en favor de la etnia Wiwa. La decisión fue amparada luego del asesinato de dos reconocidos líderes, entre ellos Ángel Milciades Loperena.

 

Las investigaciones preliminares apuntan a que el doble homicidio fue perpetrado por miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, bajo el mando del comandante Jorge Tovar, alias 'Jorge 40', organización armada de ultraderecha que, irónicamente, sostiene diálogos de paz con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez desde mediados de 2004.  

 

Por estos motivos, la CIDH dictó en días pasados Medidas Cautelares  en favor de este pueblo aborigen - representado ante ese organismos internacional por la Corporación Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo" - con el fin preservar la vida e integridad de este pueblo respetando su identidad cultural y protegiendo la especial relación que tiene en su territorio, además de frenar y evitar daños graves e irreparables a sus derechos humanos.

 

En la Sierra Nevada de Santa Marta, patrimonio mundial por su diversidad y riqueza hídrica, perviven cuatro pueblos ancestrales: Koguis, Arhuacos, Kankuamos y Wiwas o Arzarios.  Por su estratégica ubicación geográfica y su riqueza, es objeto de confrontaciones por la lucha de territorio de los grupos al margen de la ley, desconociendo en gran medida la autonomía y cultura de los pueblos indígenas. 

 

 

 

Esta dinámica ha traído como consecuencia la inestabilidad organizativa, el deterioro de sus tradiciones culturales, la pérdida de autonomía sobre su territorio, autoridad y soberanía alimentaria.

 

En lo que va corrido el 2005, han sido asesinados más de 17 indígenas en diferentes regiones del país, donde se desarrollan estrategias de guerra encaminadas a desplazar a las comunidades de sus territorios, mediante el terror y degradación de la dignidad humana. 

 

 

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