Los hechos de los últimos días han puesto nuevamente de manifiesto el desconocimiento e irrespeto de la diversidad étnica en el sistema judicial y penitenciario colombiano. Así lo demuestra la situación de los kankuamos recluidos en la cárcel de Valledupar, Cesar.

 

Por el mismo delito de rebelión, Fernando Martínez, miembro de la guardia indígena del resguardo Nasaquigüe de Las Mercedes (Ibagué, Tolima), se encuentra en la cárcel de Chaparral desde el pasado 26 de agosto, sin que hasta el momento se haya aclarado su situación. La comunidad indígena de la región reclama la libertad de Martínez y asegura que continuará protestando hasta ver de nuevo a su compañero en libertad.

 

Para manifestar su rechazo ante lo que consideran una detención arbitraria, más cien indígenas de resguardo Nasaquigüe de Las Mercedes, llevan a cabo una protesta pacífica frente a la fiscalía de Chaparral. ‘El platón’ ya superó las dos semanas, y de no producirse la liberación de Martínez, continuará indefinidamente.

 

Voceros del resguardo aseguraron que a esta movilización simbólica se sumarán indígenas de municipios aledaños para ejercer la presión que sea necesaria. Los representantes de las comunidades indígenas insisten en la inocencia de Martínez, por lo cual están decididos a interponer una acción de tutela para que se restituyan los derechos de compañero.

 

El gobernador del resguardo Nasaquigüe, Isaías Noscué, afirmó que la comunidad ha constatado que las acusaciones no tienen fundamento y que no existe relación alguna de Martínez con grupos armados. Además, según Noscué, Martínez fue objeto de amenazas por parte de quienes los retuvieron, obligándolo a declararse como subversivo.

 

La captura se produjo el 26 de agosto. El batallón Caicedo retuvo a Martínez, en el corregimiento de El Limón, después que éste participara en la Minga Indígena y Popular que tuvo lugar en Ibagué.
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