La presencia de más de 100 hombres armados que ingresaron a la zona de Alto Naya, en el norte del Cauca la semana pasada, tiene intranquila a las comunidades indígenas, afro y campesinas de esta región. En especial, porque aún no se tiene la certeza del grupo del que hacían parte los hombres uniformados. Mientras para algunos grupos, como la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, la presencia registrada en la región es de tipo paramilitar, para la Coordinación de UTINAYA (Unión Territorial Interétnica del Naya), corresponde al Ejército Nacional.

 

Las diferentes versiones obedecen a que uno de los grupos de hombres que incursionaron, específicamente a la zona de La Mina, “llevaban la cara cubierta y en ningún momento, ninguno de los grupos se identificó”, aseguró UTINAYA. Las personas, que portaban armas e hicieron preguntas a la población, tampoco manifestaron públicamente las razones para su entrada a la región, hecho que no se registraba desde hace cinco años cuando sucedió la masacre de abril de 2001 por parte de paramilitares.

 

Con el ánimo de esclarecer la participación del Ejército Nacional en esta zona, la organización activista Colombia Support Network, CSN, intentó comunicarse esta semana con el Jefe del Estado Mayor de la III División del Ejército. Sin embargo no obtuvo respuestas por parte del Coronel Bonilla, quien indicó que todas las preguntas deberían ser enviadas por escrito. Según señaló el presidente de CSN, JOHN I LAUN, algunos de los interrogantes enviados al Coronel son:

 

¿Qué unidades del Ejército y con qué fin entraron a la región del Naya? ¿Quién ordeno a las tropas que entraran?  ¿Por qué algunos de los soldados llevaban las caras cubiertas? ¿Qué contactos han hecho las tropas con los residentes de la región? ¿Hay paramilitares presentes en la región? ¿Hay guerrillas en la región? ¿Cuál es la situación en este momento? ¿Este operativo ha tomado en cuenta la orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos luego de la masacre de Caloto?

 

En tanto se resuelve la situación, las comunidades afectadas expresaron su preocupación en cuanto la presencia de este grupo armado pudiera interferir con el estudio socio cultural de clarificación de la propiedad del Naya el cual permitirá definir la titulación de este territorio a sus comunidades, trabajo adelantado por miembros de la coordinación de UTINAYA y funcionarios del INCODER.

 

Unión Territorial Interétnica del Naya hizo un llamado al Gobierno para “retirar este contingente armado y buscar la forma de que se agilicen los trámites para que se titule la cuenca del río Naya a nuestras comunidades, desestimulando así la rapiña  sobre nuestras tierras”. Por su parte, el Comité Ejecutivo de la ONIC, alertó a las autoridades civiles y militares de la República de Colombia, a “tomar de manera inmediata todas y cada una de medidas necesarias, para proteger de manera efectiva a toda la  población  civil, indígenas, campesinos  afrodescendientes que habitan la región del Alto Naya.

 

Los hechos

 

La entrada de los hombres a le región de Alto Naya se produjo el pasado 8 de noviembre partiendo del sitio conocido como La Silvia hasta zona de La Mina. Los otros dos grupos señalados se ubicaron en el sitio de Patio Bonito y Tierra Grata.


La zona afectada constituye una región estratégica económico - militar pues es una vía de paso desde la parte central hacia el litoral del Pacífico, por lo que se convierte en una región de disputa por el control del espacio geográfico que garantiza. En cuenca del río Naya viven cerca de 25.000 personas pertenecientes a cuatro pueblos diferentes: indígenas nasa, campesinos, indígenas eperara siapidaara y afrocolombianos.

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