La Organización Indígena de Antioquia, OIA, emitió un comunicado en el que expresa sus profundo dolor y desconcierto por distorsionar su identidad y por ser denominados equivocadamente, según las conveniencias de los actores del conflicto armado, militares, guerrilleros o paramilitares. De igual manera, la OIA manifiesta haber intentado persuadir a estos grupos armados para que no conviertan sus resguardos en escenarios del conflicto, sin embargo la respuesta que han obtenido es más violencia y arbitrariedad.

  

Seguramente la situación denunciada por la OIA es la misma que todas las comunidades étnicas están padeciendo en medio del conflicto armado que se desarrolla en Colombia.  Cuando los indígenas están ocupados en sus labores cotidianas llegan integrantes de los grupos guerrilleros, militares o paramilitares que con fuertes presiones verbales o físicas los obligan a entregar sus animales, a soportar los equipajes o a guiarlos en medio de la selva.  Los indígenas por su parte no tienen posibilidad de negarse a las peticiones porque está en peligro su permanencia en la propia residencia y hasta su vida.

  

Se conoce información relacionada con los territorios del  municipio de Urrao, que a su vez está compuesto de los resguardos de Majoré, Andava y Valle de Pérdida, donde los indígenas están siendo objeto de ataques de los grupos armados, que los enfilan como en un pelotón de fusilamiento y los hacen centro de sus municiones.

  

Como generalmente la ubicación de los grupos armados al margen de la ley ha sido la selva Colombiana, cerca de los poblados indígenas, éstos temen que las Fuerzas Armadas decidan bombardear la selva para combatir a sus contrincantes y de paso asesinen comunidades indígenas enteras. Y el comunicado de la OIA es muy enfático cuando se afirma: “…el dolor infinito que nos consume se convertirá en rabia, en sed. No nos importa como se llamen unos u otros, no nos interesan sus causas, tan sólo queremos seguir llevando la vida sencilla que siempre nos ha caracterizado.”

Al parecer, los indígenas están condenados a ser señalados como todo menos como indígenas, pues cuando cualquier integrante de alguno de los grupos armados involucrados en el conflicto se cambia de bando denuncia a los denuncia como colaboradores del grupo al que antes pertenecía.  Y casi como un clamor, en el comunicado emitido por la OIA se resalta una expresión: “Somos indígenas y exigimos que nos dejen en paz”.

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