Las negociaciones entre el Gobierno Nacional y los Pueblos Indígenas del Cauca,  que adelantan el proceso pacífico de liberación de la Madre Tierra, cada vez cobra matices más diversos.  La Casa de Nariño por su parte, cada vez es más enfática en afirmar que no acepta ningún tipo de presiones para establecer acuerdos, y por lo tanto confirma su decisión de realizar desalojos violentos de la hacienda El Japío.  Los indígenas son firmes en expresar su voluntad de negociar en pro de que el Gobierno cumpla con los compromisos adquiridos con ellos hace ya veinte años.  Sin embargo, la vida en el territorio ocupado presenta situaciones tan singulares que ofrecen a uno y otro bando argumentos para dudar recíprocamente de las reales intenciones en la negociación.

  

En un comunicado emitido por la Organización Nacional de Indígenas de Colombia – ONIC –relaciona el incidente con el menor Faber David Saldaña Gutiérrez, quien como todos los niños, alguna vez cometen la travesura de escaparse del cuidado de su madre. En esta aventura encontró en la hacienda El Japío a otros niños y quiso divertirse un poco con ellos.  Después de un rato de esparcimiento vio que su mamá llegaba a la hacienda en su búsqueda y optó por evadir la reprimenda de su madre escondiéndose tras unos matorrales.

  

Hasta este punto, la historia no deja de ser una pilatuna más de las que cualquier ser humano puede guardar en su historial, sin embargo adopta otro matiz cuando las autoridades indígenas se enteran de los testimonios expresados por el gobernador del Cauca Juan José Chaux Mosquera, en las que afirma que el menor permanecía en la hacienda El Japío en condición de secuestrado por los Pueblos Indígenas que allí se albergan. Ante estas declaraciones, los voceros indígenas se comunicaron con la personera, quien informó que existía la denuncia hecha por la madre del niño, en la que expresaba que le habían disparado al ir en busca de su hijo.

  

Posteriormente, la personera de Caloto, Janeth Fajardo Romero, expresó ante las autoridades indígenas, ante la comunidad que actualmente habita en El Japío y ante los delegados de las organizaciones nacionales de derechos humanos, que el caso estaba ya aclarado y por lo tanto ella estaba haciendo su declaración pública.

  

Ante el incidente con el menor Faber David Saldaña Gutiérrez, los Pueblos Indígenas en mención manifiestan su temor de que sea ésta una excusa más para que la Fuerza Pública justifique sus acciones violentas en contra de los Pueblos Indígenas que habitan actualmente en la hacienda El Japío. Además ratifica su llamado a la comunidad nacional e internacional para que mantenga su interés sobre el proceso de liberación de la Madre Tierra que se está adelantando. De igual manera solicita de las instituciones del Estado prudencia en las afirmaciones que emite y un comportamiento ético y neutral frente a las situaciones de litigio por la tierra.

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar