El pasado 18 de octubre, se llevó a cabo la primera Asamblea Constituyente del Cesar en busca de la reconciliación y la paz en el sito sagrado de los arhuacos, Nabusímake. La Asamblea fue una iniciativa liderada por los pueblos indígenas de la región quienes escogieron precisamente este lugar ancestral para que se diera verdadero encuentro entre sus dirigentes y las entidades del gobierno local en una atmósfera de diálogo y recuperación de la palabra, elementos fundamentales en la resolución pacífica de los conflictos.

 

Teniendo como testigo a la Madre Tierra, delegados y representantes de diferentes ministerios, la oficina del Alto Comisionado de Paz, la Gobernación del Cesar, las Alcaldías con jurisdicción en la Sierra, el Ejército Nacional, la Policía, la Defensoría del Pueblo, Procuraduría, Fiscalía, Unesco, Dirección de Derechos Humanos, Instituto de Bienestar Familiar, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y los indígenas de la zona, trabajaron en una jornada de análisis para la lograr una agenda común en el desarrollo sostenible de esta región que respete sus tradiciones y culturas milenarias.

 

La reunión tuvo como objeto concertar acuerdos que permitan el manejo el manejo intercultural y la convivencia en la región. El cabildo gobernador arhuaco, Hermes Torres, sostuvo que dichos acuerdos se deben realizar “sobre la premisa de que la supervivencia de la cultura indígena depende de la aplicación de los criterios que desde siempre han permitido que estas comunidades puedan vivir en la Sierra, sin destruirla”.

 

Igualmente, en este escenario los pueblos indígenas ratificaron su exigencia de ser excluidos del conflicto armado y de que se respete la autonomía sobre sus territorios sagrados.

 

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